CAPÍTULO 53

—Te amo.

Tenía ambas manos en mi boca mientras trataba que no se escucharán mis sollozos. Pasaron varios minutos y yo seguía ahí, parada como una estúpida tratando de tranquilizarme al menos un poco para que así no me viera tan destruida, una tarea completamente difícil.

Terminé de toda la puer...

Inicia sesión y continúa leyendo