Capítulo 111

—Gracias —dijo Jamie en voz baja, tratando de acostumbrar sus ojos a la oscuridad. No había luz, salvo una rendija que venía del agujero, y casi dolía estar allí en la penumbra.

—¡Jamie! —escuchó a Janette susurrar bastante fuerte—. ¡El hacha!

Él extendió la mano hacia atrás y tomó el mango del ar...