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—Es que no entiendo cuando se lo vas a decir.

Cualquiera diría que es la abogada defensora de Allan. Lleva días dándome la brasa para que le cuente que su hijo crece dentro de mí y me sigo negando.

Él se fue. Me dejó con un beso en la frente en aquel hospital y se largó. Dos malditas semanas lla...

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