Capítulo 39 Un matrimonio bajo contrato

—Buenos días —lo saludo mordiéndome la lengua.

Tenía unas ganas inmensas de irme de ahí, de repente estaba cargada de ira y me provocaba insultarlo, pero creo que mi necesidad es más fuerte que solo desquitarme.

—Buenos días —tiene un rostro de que no puede creerlo. Mira rápidamente a mi hijo y lu...

Inicia sesión y continúa leyendo