Capítulo 141

Tres días después, desperté en mi cama, mi cuerpo aún débil por la alta fiebre que me había mantenido en cama. Mi madre estaba sentada a mi lado, con un paño fresco en la mano. Parpadeé varias veces, tratando de enfocarme. La habitación estaba iluminada por la luz del día.

—¿Cómo te sientes, cariño...

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