
La aprendiz del Magnate
Maye Lyn V · Completado · 219.6k Palabras
Introducción
—Es bueno, te haré una oferta —me dice y hace una pausa que me mata.
—¿Oferta? —pregunto y mi voz sale débil, confundida.
—Sí, si tus bragas no están mojadas, haré el proyecto —responde y sus ojos bajan por mi cuerpo un segundo antes de volver a mi cara.
—No están mojadas —le digo y mi voz tiembla delatándome.
Él ladea la cabeza, una sonrisa lenta, peligrosa, aparece en su cara.
Sienna Belmont anhelaba el poder, pero un rechazo laboral la entrega a Kieran, un magnate que la convierte en su asistente... y en su juego más perverso.
Bajo su dominio, intercambia libros por encaje, libertad por sumisión, mientras el lujo y los castigos la envuelven. Pero cuando otros hombres la desean, los celos de Kieran incendian su obsesión: azotes, ataduras y una humillación que la fractura frente al espejo. Criticada por su madre y acosada por su pasado, Sienna oscila entre la nostalgia de su vida anterior y el vértigo de placer en su rendición.
¿Hasta qué límites cruzará por su Amo? ¿O el collar que la marca es solo el inicio de su pérdida?
Capítulo 1
POV SIENNA
Estoy parada frente a una sala llena de gente que parece saber exactamente lo que hace con su vida, y yo, bueno, yo solo trato de no desmayarme.
Es mi primer día en el programa Aether Ascent, y se supone que debo presentar mi proyecto a los ejecutivos de la empresa, incluido él.
Kieran Blackwood.
Lo vi entrar hace unos minutos, y desde ese instante mi corazón empezó a golpearme el pecho como si quisiera escapar.
No estaba lista para esto.
Lo había visto en revistas, en esas ruedas de prensa grabadas que pasan en las noticias, pero en persona es otra cosa.
Mucho más guapo, más real, más… no sé, peligroso, supongo. Su cabello castaño oscuro está un poco desordenado, pero de esa forma que parece hecha a propósito, y tiene esas líneas grises en las sienes que lo hacen ver como alguien que ha vivido cosas que yo ni siquiera puedo imaginar. Es alto, más de lo que esperaba, y hay algo en cómo se mueve, como si el aire a su alrededor se apartara para dejarlo pasar.
Me odio por notarlo tanto.
Estoy sosteniendo mis notas, un montón de papeles arrugados que he estado repasando toda la semana, y mis manos no paran de temblar. La sala está llena de becarios como yo, pero también hay hombres y mujeres mayores, todos con esa expresión de saberlo todo, sentados en una mesa larga que parece sacada de una película. Kieran está al fondo, en el centro, y cuando sus ojos se posan en mí por primera vez, siento que me quedo sin aire. Son grises, fríos, como si pudieran ver a través de mí, y no sé por qué, pero me hacen querer esconderme. Trago saliva y miro mis notas, tratando de recordar cómo empezar, pero mi cabeza está en blanco. Completamente en blanco.
—Eh… hola —digo, y mi voz sale más aguda de lo normal, como si fuera una niña pequeña. Genial, Sienna, muy profesional—. Me llamo Sienna Belmont, y, eh, voy a… voy a hablarles sobre mi proyecto.
Quiero morirme. Levanto la vista un segundo y ahí está él, mirándome. No está sonriendo, no está frunciendo el ceño, solo me observa, y es peor que si me estuviera juzgando abiertamente. Siento que me desnuda con la mirada, pero no en el buen sentido, o tal vez sí, no sé, es confuso. Mi cara se calienta, y sé que estoy roja como tomate. Bajo la vista otra vez y trato de concentrarme en las palabras garabateadas en mi hoja.
—Es sobre… sobre cómo las minas afectan a las comunidades, o sea, no solo el medioambiente, sino las personas que viven ahí. Yo… eh… hice un mapa, un mapa de una aldea que… que fue desplazada por una de las operaciones de Aether en… en el norte.
Balbuceo tanto que apenas entiendo lo que estoy diciendo. Miro el proyector donde mi mapa está en la pantalla, una cosa torpe que dibujé a mano y luego escaneé porque no sé usar esos programas sofisticados que todos parecen dominar aquí. Es un desastre de líneas y colores, pero significa algo para mí. Intento explicarlo, pero cada vez que levanto la cabeza, esos ojos grises están ahí, clavados en mí, y mi lengua se enreda más.
¿Es que se me ha olvidado cómo demonios hablar?
—Entonces, lo que pensé fue… fue que podíamos hacer algo, eh, algo como… corredores, corredores culturales, para que la gente no pierda sus tradiciones, porque cuando los mueven, ellos… ellos pierden todo, ¿saben? Y no es solo casas, es… es su vida.
Me detengo porque mi voz se quiebra, y siento un nudo en la garganta. ¿Por qué estoy tan nerviosa? No es solo por la presentación, es él. Kieran. Cada vez que lo miro, aunque sea de reojo, siento que me está desarmando, como si supiera cosas de mí que ni yo misma sé. Es ridículo. Un hombre como él, el hombre más rico del país, dueño de todo esto, ¿por qué me miraría así? No soy nadie. Solo una chica de 24 años que apenas terminó la carrera en geografía humana y que entró aquí por pura suerte. O eso creo.
—Eh… perdón, yo… —me río, pero suena más como un jadeo nervioso—. No estoy muy buena con las palabras hoy, supongo.
Alguien en la sala suelta una risita, y quiero que me trague la tierra. Miro a Kieran otra vez, esperando que apartase la vista, que se aburra de mí, pero no. Sigue ahí, con la cabeza un poco ladeada, como si estuviera estudiándome. Sus manos están cruzadas sobre la mesa, y noto una cicatriz fina en su mandíbula que no había visto en las fotos. Es tan guapo que duele mirarlo, pero también me da rabia admitirlo. No quiero que me importe cómo se ve. Es mi jefe, o algo así, y además es un idiota, ¿no? Eso dicen todos. Arrogante, mandón, alguien que usa a la gente y la desecha. Pero ahora mismo no parece eso. Parece… no sé, diferente.
—Sigo —murmuro, y miro mis notas como si fueran mi salvavidas—. Entonces, estos corredores serían como… como puentes, pero no físicos, sino… eh, culturales. La idea es que las comunidades puedan seguir haciendo sus rituales, sus cosas, aunque estén en otro lugar. Porque si no, es como si los borráramos, ¿no?
Estoy balbuceando otra vez, y mi voz sube y baja sin control. Siento que todos me están juzgando, pero lo peor es él. Cada palabra que digo parece estrellarse contra esa mirada suya, y no sé si me está tomando en serio o si solo está esperando que termine de hacer el ridículo. Me paso una mano por el pelo, ese desastre rojizo que no logré domar esta mañana, y trato de respirar hondo. No funciona. Mi corazón va demasiado rápido.
—Y… y pensé que Aether podría, no sé, invertir en esto, porque no es solo bueno para la gente, también… también es bueno para la empresa, ¿no? Como imagen, digo. La gente odia las minas, y si hacemos algo así, tal vez… tal vez no nos odien tanto.
Me detengo porque no sé qué más decir. El silencio en la sala es tan pesado que siento que me aplasta. Miro al frente, evitando sus ojos, pero los siento igual. Es como si me estuvieran tocando, aunque sé que es imposible. Levanto la vista por un segundo, y ahí está, todavía mirándome, con esa expresión que no puedo descifrar. ¿Qué está pensando? ¿Que soy una idiota? ¿Que no pertenezco aquí? Probablemente. Una chica como yo, con mi ropa prestada y mis ideas raras, no tiene nada que hacer frente a alguien como Kieran Blackwood. Él vive en otro mundo, uno donde la gente como yo ni siquiera aparece en el radar.
—Eh… eso es todo, creo —digo, y mi voz se apaga al final. Bajo las manos con las notas y me quedo ahí, parada como una tonta, esperando que alguien diga algo. Nadie lo hace. El silencio se alarga, y siento que mi cara arde tanto que podría incendiar la sala. Quiero correr, esconderme en mi apartamento con mis libros y mis flores secas, olvidarme de que alguna vez pensé que podía hacer esto.
Entonces él se mueve. Kieran se inclina hacia adelante, solo un poco, y su voz penetra debajo de mi piel.
—No funciona —dice, y mi estómago se hunde—. En el terreno, quiero decir. Esos corredores no se sostienen con la logística que tenemos ahora.
Quiero morirme. Literalmente morirme. Pero antes de que pueda derrumbarme del todo, él sigue hablando.
—Sin embargo, la idea… eso sí me interesa. Quédate después.
Mi cabeza se levanta tan rápido que casi me mareo. ¿Qué? Lo miro, y sus ojos están todavía en mí, pero ahora hay algo más ahí, algo que no entiendo. No es burla, no es lástima. Es… curiosidad, tal vez. O algo peor. Mi boca se abre, pero no sale nada, solo un sonido raro, como un chillido que me hace querer taparme la cara con las manos. Él no dice más, solo se recuesta en su silla y hace un gesto con la mano para que el siguiente becario empiece.
Me quedo congelada un segundo antes de volver a mi asiento, mis piernas temblando tanto que casi tropiezo con una silla. Me siento y miro mis manos, tratando de entender qué acaba de pasar. Me dijo que me quedara después. ¿Para qué? ¿Para despedirme? ¿Para reírse de mí en privado? No tiene sentido. Un hombre como él, con todo ese poder, esa cara, esa vida, no se fija en alguien como yo. Es imposible. Me lo repito una y otra vez mientras el siguiente chico empieza a hablar, pero no puedo sacarme esa mirada de la cabeza. Me desnudó con los ojos, estoy segura, aunque sé que no puede ser verdad. Es solo mi imaginación, mi nerviosismo jugando conmigo.
Pero entonces, ¿por qué siento que algo cambió? ¿Por qué mi piel sigue erizada, como si él todavía me estuviera mirando? Giro la cabeza un poco, solo un poquito, y lo veo. No me está mirando ahora, está escuchando al otro becario, pero hay una curva leve en su boca, como si supiera algo que yo no. Y eso me asusta más que cualquier cosa que haya dicho.
No sé qué hacer. La presentación terminó, pero siento que esto apenas empieza, y no estoy lista. No estoy lista para él.
Últimos capítulos
#180 Epílogo
Última actualización: 9/15/2025#179 FINAL
Última actualización: 9/15/2025#178 178
Última actualización: 9/15/2025#177 177
Última actualización: 9/15/2025#176 176
Última actualización: 9/15/2025#175 175
Última actualización: 9/15/2025#174 174
Última actualización: 9/15/2025#173 173
Última actualización: 9/15/2025#172 Capítulo 172
Última actualización: 9/16/2025#171 Capítulo 171
Última actualización: 8/31/2025
Te podría gustar 😍
Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano
—Vas a tomar cada pulgada de mí. —Susurró mientras empujaba hacia arriba.
—Joder, te sientes tan jodidamente bien. ¿Es esto lo que querías, mi polla dentro de ti? —Preguntó, sabiendo que lo había estado tentando desde el principio.
—S..sí —jadeé.
Brianna Fletcher había estado huyendo de hombres peligrosos toda su vida, pero cuando tuvo la oportunidad de quedarse con su hermano mayor después de graduarse, allí conoció al más peligroso de todos. El mejor amigo de su hermano, un Don de la mafia. Él irradiaba peligro, pero ella no podía mantenerse alejada.
Él sabe que la hermanita de su mejor amigo está fuera de límites y, sin embargo, no podía dejar de pensar en ella.
¿Podrán romper todas las reglas y encontrar consuelo en los brazos del otro?
Mi Luna Marcada
—Sí.
Exhala, levanta su mano y la baja para abofetear mi trasero desnudo de nuevo... más fuerte que antes. Gimo por el impacto. Duele, pero es tan excitante y sexy.
—¿Lo harás de nuevo?
—No.
—¿No, qué?
—No, Señor.
—Buena chica —acerca sus labios para besar mi trasero mientras lo acaricia suavemente—.
—Ahora, voy a follarte —me sienta en su regazo en una posición de monta. Nos miramos a los ojos. Sus largos dedos encuentran el camino hacia mi entrada e insertan sus dedos.
—Estás empapada por mí, nena —dice complacido. Mueve sus dedos dentro y fuera, haciéndome gemir de placer.
—Hmm —pero de repente, se van. Lloro mientras deja mi cuerpo ansiando por él. Cambia nuestra posición en un segundo, así que estoy debajo de él. Mi respiración es superficial y mis sentidos incoherentes mientras anticipo su dureza en mí. La sensación es fantástica.
—Por favor —suplico. Lo quiero. Lo necesito tanto.
—Entonces, ¿cómo te gustaría venirte, nena? —susurra.
¡Oh, diosa!
La vida de Apphia es dura, desde ser maltratada por los miembros de su manada hasta que su compañero la rechaza brutalmente. Está sola. Golpeada en una noche difícil, conoce a su segunda oportunidad de compañero, el poderoso y peligroso Alfa Lycan, y vaya que le espera la aventura de su vida. Sin embargo, todo se complica cuando descubre que no es una loba común. Atormentada por la amenaza a su vida, Apphia no tiene otra opción que enfrentar sus miedos. ¿Podrá Apphia derrotar la iniquidad que amenaza su vida y finalmente ser feliz con su compañero? Sigue para más.
Advertencia: Contenido maduro.
De Mejor Amigo a Prometido
Una semana de boda en New Hope. Una mansión llena de invitados. Y una dama de honor muy resentida.
Para sobrevivir, Savannah lleva una cita —su encantador y pulcro mejor amigo, Roman Blackwood. El único hombre que siempre la ha apoyado. Le debe un favor, y fingir ser su prometido? Fácil.
Hasta que los besos falsos empiezan a sentirse reales.
Ahora Savannah está dividida entre mantener la farsa… o arriesgarlo todo por el único hombre del que nunca debió enamorarse.
El Deseo Prohibido del Rey Licántropo
Esas palabras salieron cruelmente de la lengua de mi destinado—MI COMPAÑERO.
Él robó mi inocencia, me rechazó, me apuñaló y ordenó que me mataran en nuestra noche de bodas. Perdí a mi loba, dejada en un reino cruel para soportar el dolor sola...
Pero mi vida dio un giro esa noche—un giro que me arrastró al peor infierno posible.
Un momento, era la heredera de mi manada, y al siguiente—era una esclava del despiadado Rey Lycan, que estaba al borde de perder la cordura...
Frío.
Mortal.
Implacable.
Su presencia era el infierno mismo.
Su nombre un susurro de terror.
Juró que yo era suya, deseada por su bestia; para satisfacerlo incluso si me rompe
Ahora, atrapada en su mundo dominante, debo sobrevivir a las oscuras garras del Rey que me tenía bajo su control.
Sin embargo, dentro de esta oscura realidad, yace un destino primitivo....
Yo y Mi Esposo Multimillonario
Después de lidiar con hombres indignos y mujeres despreciables, Aurora está lista para vivir su vida libremente y sin disculpas. Pero el distante y misterioso Heath se acerca con una pregunta que lo cambia todo:
—¿Cuándo nos casamos?
Dura en Disfraz
—Jade, necesito revisar tu—comenzó la enfermera.
—¡FUERA!—gruñí con tanta fuerza que ambas mujeres retrocedieron hacia la puerta.
Una vez temida por la Organización Sombra que me drogó para replicar mis habilidades en una versión más controlable, había escapado de mis ataduras y detonado toda su instalación, lista para morir junto a mis captores.
En cambio, desperté en la enfermería de una escuela con mujeres discutiendo a mi alrededor, sus voces perforando mi cráneo. Mi estallido las congeló de shock—claramente no esperaban tal reacción. Una mujer amenazó mientras se iba—Discutiremos esta actitud cuando llegues a casa.
La amarga verdad es que he renacido en el cuerpo de una chica de secundaria con sobrepeso, débil y supuestamente tonta. Su vida está llena de acosadores y verdugos que han hecho su existencia miserable.
Pero no tienen idea de con quién están tratando ahora.
No sobreviví como la asesina más letal del mundo permitiendo que alguien me pisoteara. Y ciertamente no voy a empezar ahora.
La Cachorra del Príncipe Licántropo
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.
—
Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.
Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.
Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.
Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Perfecto bastardo
—Dime que no te acostaste con él, maldita sea —exigió entre dientes apretados.
—¡Vete al diablo, hijo de puta! —le respondí, intentando liberarme.
—¡Dilo! —gruñó, usando una mano para sujetar mi barbilla.
—¿Crees que soy una zorra?
—¿Entonces es un no?
—¡Vete al infierno!
—Bien. Eso es todo lo que necesitaba escuchar —dijo, levantando mi top negro con una mano, exponiendo mis pechos y enviando una oleada de adrenalina a través de mi cuerpo.
—¿Qué demonios estás haciendo? —jadeé mientras él miraba mis pechos con una sonrisa satisfecha.
Pasó un dedo sobre una de las marcas que había dejado justo debajo de uno de mis pezones.
¿El bastardo estaba admirando las marcas que me había dejado?
—Envuélveme con tus piernas —ordenó.
Se inclinó lo suficiente como para tomar mi pecho en su boca, chupando con fuerza un pezón. Me mordí el labio inferior para ahogar un gemido mientras él mordía, haciéndome arquear el pecho hacia él.
—Voy a soltar tus manos; no te atrevas a intentar detenerme.
Bastardo, arrogante y completamente irresistible, el tipo exacto de hombre con el que Ellie juró que nunca volvería a involucrarse. Pero cuando el hermano de su amiga regresa a la ciudad, se encuentra peligrosamente cerca de sucumbir a sus deseos más salvajes.
Ella es irritante, inteligente, sexy, completamente loca, y también está volviendo loco a Ethan Morgan.
Lo que comenzó como un simple juego ahora lo atormenta. No puede sacarla de su cabeza, pero nunca permitirá que nadie entre en su corazón de nuevo.
Incluso cuando ambos luchan con todas sus fuerzas contra esta ardiente atracción, ¿podrán resistirse?
Placeres culposos
¿Todo ha sido un error? ¿O quizás solo parte del destino? La ida por un vaso de agua, resultó en el inicio de un deseo culposo con consecuencias irreversibles.
Soy Erika Martín de 21 años, soy una latina, proveniente de Venezuela, me mudé de mi país buscando el sueño Americano ante una oportunidad de empleo como servicio doméstico en la mansión uzcategui, sin saber que mi destino cambiaría por completo, al conocer a Alejandro Uzcategui, el heredero y magnate de negocios más prestigioso dela ciudad, con una ciudad tan grande y él puso sus ojos en mi, su humilde y tímida empleada, que no sabe decirle que no, todo con él era perfecto, pero él tiene dos grandes defectos, es casado y jodidamente posesivo, me llama bomboncito y me reclama como suya. Estoy locamente enamorada de él y temo por la repercusiones de lo que vendrá, ya que se que no me dejará escapar, menos cuando sepa mi gran secreto.
Accardi
—Te costará algo —susurró antes de tirar de su lóbulo con los dientes.
Sus rodillas temblaron y, si no fuera por su agarre en su cadera, habría caído. Él empujó su rodilla entre sus muslos como un soporte secundario en caso de que decidiera necesitar sus manos en otro lugar.
—¿Qué quieres? —preguntó ella.
Sus labios rozaron su cuello y ella gimió mientras el placer que sus labios provocaban se hundía entre sus piernas.
—Tu nombre —exhaló él—. Tu verdadero nombre.
—¿Por qué es importante? —preguntó ella, revelando por primera vez que su corazonada era correcta.
Él se rió contra su clavícula.
—Para saber qué nombre gritar cuando vuelva a entrar en ti.
Genevieve pierde una apuesta que no puede pagar. Como compromiso, acepta convencer a cualquier hombre que su oponente elija para que se vaya a casa con ella esa noche. Lo que no se da cuenta cuando el amigo de su hermana señala al hombre taciturno sentado solo en el bar, es que ese hombre no se conformará con solo una noche con ella. No, Matteo Accardi, Don de una de las pandillas más grandes de la ciudad de Nueva York, no hace encuentros de una sola noche. No con ella, de todos modos.
Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario
Técnicamente, Rhys Granger era mi prometido ahora—millonario, increíblemente atractivo y un sueño húmedo de Wall Street. Mis padres me empujaron hacia el compromiso después de que Catherine desapareciera, y honestamente? No me importó. Había estado enamorada de Rhys durante años. Esta era mi oportunidad, ¿verdad? ¿Mi turno de ser la elegida?
Error.
Una noche, me abofeteó. Por una taza. Una estúpida, rota y fea taza que mi hermana le dio hace años. Fue entonces cuando me di cuenta—él no me amaba. Ni siquiera me veía. Solo era un reemplazo cálido para la mujer que realmente quería. Y aparentemente, ni siquiera valía tanto como una taza de café glorificada.
Así que lo abofeteé de vuelta, lo dejé y me preparé para el desastre—mis padres perdiendo la cabeza, Rhys teniendo una rabieta de millonario, su aterradora familia planeando mi prematura desaparición.
Obviamente, necesitaba alcohol. Mucho alcohol.
Entra él.
Alto, peligroso, injustamente atractivo. El tipo de hombre que te hace querer pecar solo por existir. Lo había conocido solo una vez antes, y esa noche, él simplemente estaba en el mismo bar que mi yo borracha y compadeciéndose de sí misma. Así que hice lo único lógico: lo arrastré a una habitación de hotel y le arranqué la ropa.
Fue imprudente. Fue estúpido. Fue completamente desaconsejado.
Pero también fue: El. Mejor. Sexo. De. Mi. Vida.
Y, como resultó, la mejor decisión que había tomado.
Porque mi aventura de una noche no es solo un tipo cualquiera. Es más rico que Rhys, más poderoso que toda mi familia, y definitivamente más peligroso de lo que debería estar jugando.
Y ahora, él no me va a dejar ir.
La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas
¿Qué? No—espera… oh Diosa Luna, no.
Por favor, dime que estás bromeando, Lex.
Pero no lo está. Puedo sentir su emoción burbujeando bajo mi piel, mientras que todo lo que siento es pavor.
Doblamos la esquina y el aroma me golpea como un puñetazo en el pecho—canela y algo increíblemente cálido. Mis ojos recorren la habitación hasta que se posan en él. Alto. Imponente. Hermoso.
Y luego, tan rápido como… me ve.
Su expresión se tuerce.
—Joder, no.
Se da vuelta—y corre.
Mi compañero me ve y corre.
Bonnie ha pasado toda su vida siendo destruida y abusada por las personas más cercanas a ella, incluida su propia hermana gemela. Junto a su mejor amiga Lilly, que también vive una vida de infierno, planean escapar mientras asisten al baile más grande del año que está siendo organizado por otra manada, solo que las cosas no salen como planeaban, dejando a ambas chicas sintiéndose perdidas e inseguras sobre su futuro.
El Alfa Nicholas tiene 28 años, sin compañera, y no tiene planes de cambiar eso. Este año le toca organizar el Baile Anual de la Luna Azul y lo último que espera es encontrar a su compañera. Lo que espera aún menos es que su compañera sea 10 años menor que él y cómo su cuerpo reacciona ante ella. Mientras intenta negarse a reconocer que ha encontrado a su compañera, su mundo se pone patas arriba después de que los guardias atrapan a dos lobas corriendo por sus tierras.
Una vez que las traen ante él, se encuentra nuevamente frente a su compañera y descubre que ella esconde secretos que lo harán querer matar a más de una persona.
¿Podrá superar sus sentimientos hacia tener una compañera y una que es tan joven? ¿Su compañera lo querrá después de sentir el dolor de su rechazo no oficial? ¿Podrán ambos trabajar en dejar atrás el pasado y avanzar juntos o tendrá el destino otros planes y los mantendrá separados?












