
Soy la amante del novio de mi hermana
Isabel Martinez · En curso · 30.1k Palabras
Introducción
Lo que parecía una aventura pasajera se convierte en una pesadilla cuando descubre que Luciano es el prometido de Gabriela. Entre pasiones ocultas, celos, traiciones familiares y juegos de poder dentro de la familia Ferrer, Zaira queda atrapada en un triángulo imposible, donde cada decisión amenaza con destruirla.
Mientras Luciano la reclama con un deseo obsesivo, nuevos enemigos entran en escena: Vincenzo, el primo rebelde que también la codicia, y Rogelio, el patriarca de los Ferrer, dispuesto a poseer lo que quiere a cualquier precio. Entre secretos, engaños y amores prohibidos, Zaira deberá decidir si cede a la tentación o encuentra la fuerza para elegir su propio destino, aunque eso signifique enfrentarse al poder de dos familias dispuestas a todo.
Capítulo 1
Capítulo 1
Narra Zaira
—¡Arrivederci! —levanté la mano con una mezcla de nostalgia y alivio mientras me despedía de mis compañeras del internado. Acababa de cumplir dieciocho años y, por primera vez, sentía que tenía el derecho de elegir mi propio camino.
El recuerdo de mi madre me golpeó de pronto. Ella había trabajado como secretaria de Gustavo Román, un hombre poderoso, frío y siempre rodeado de rumores. Contra toda lógica, se enamoró de él… o al menos así lo contaba en sus silencios y en las cartas que guardaba en su cajón. De esa relación secreta y prohibida nací yo.
A los quince años, la vida me arrebató a mi madre. Su muerte destapó el secreto que había tratado de proteger con uñas y dientes: yo era la hija ilegítima del señor San Román, el era un hombre casado.
Alicia, la esposa de mi padre, me aceptó en su casa a la fuerza, y desde entonces todo fue un tormento. Gabriela, mi media hermana, dos años mayor, se encargó de recordarme a diario que yo no pertenecía. Me humillaba, rompía mis cosas, y se encargó de gritarle al mundo que yo era la bastarda. Mientras tanto, su madre se aseguraba de envenenar cada conversación que mi padre tenía conmigo.
La solución que encontró él para calmar los conflictos fue alejarme. Me envió a Italia, a un internado del que hoy me despedía con la maleta en la mano y el corazón hecho un lío. A pesar de todo, quería volver. Quería mirarlo a los ojos, hablarle, reclamarle, pero también abrazarlo. Porque lo amaba, porque era mi padre.
En el aeropuerto, tropecé con alguien. Literalmente. Sentí un cuerpo firme, un hombro fuerte que me hizo perder el equilibrio. Levanté la mirada y me encontré con unos ojos azules que me dejaron sin aire.
—¿No ve por dónde camina? —solté, molesta, sujetando con fuerza mi pequeña maleta.
Él me recorrió con la mirada, lento, descarado, con una seguridad que me desarmó.
—Lo siento. Jamás sería grosero con una princesita —dijo con voz grave, casi burlona.
Me ardieron las mejillas, pero no respondí. Seguí de largo, como si nada.
En el avión, me tocó asiento en clase turista, apretada entre dos mujeres que ocupaban más espacio del que había. Traté de acomodarme, pero apenas podía mover los brazos. Un rato después, una azafata se inclinó hacia mí con una sonrisa amable.
—Señorita, acompáñeme, por favor.
Me puse de pie, nerviosa, pensando que había un problema con mis documentos. Para mi sorpresa, me condujo hasta un asiento amplio y cómodo en primera clase.
—Debe haber un error, no pagué por esto —murmuré, incómoda.
—Fue un obsequio del caballero.
Seguí la dirección de su mano y lo vi: el mismo hombre del aeropuerto, con un whisky en la mano y esa sonrisa que parecía peligrosa.
Me acerqué hasta su asiento con el corazón acelerado.
—No me gusta recibir favores de extraños.
Él se inclinó apenas, con esa seguridad que intimidaba.
—Mi nombre es Luciano Ferrer. Ya no soy un desconocido. —Rozó mi mejilla con un beso rápido que me dejó helada—. Considera esto una disculpa. ¿Prefieres viajar incómoda solo por orgullo?
La respuesta estaba clara. El asiento en turista era un castigo, y primera clase era un paraíso. Suspiré.
—Está bien, lo acepto.
Me senté junto a él. Durante el viaje se mostró insistente, juguetón, y yo apenas respondía.
—¿Siempre eres tan callada? —preguntó, divertido.
—No sé quién es usted, así que no me pida amabilidad.
Se inclinó hacia mi oído, su aliento cálido me erizó la piel.
—¿Y si vamos al baño a conocernos mejor?
Me quedé helada. No era solo una insinuación; era una propuesta directa. Y aunque mi primera reacción fue el enojo, algo en mí se estremeció, si quería algo con ese hombre seductor.
—¿Ese es el precio de este asiento? —lo enfrenté con los ojos abiertos de par en par.
Él sonrió, indiferente, y bebió un sorbo de su copa.
—En los negocios uno hace ofertas. Algunos aceptan, otros no. Respeto tu decisión.
No hablamos más, pero el silencio no borró el eco de sus palabras. Mi corazón golpeaba contra el pecho, aturdido por una mezcla de curiosidad y miedo. No podía negarlo: esa propuesta me había tentado.
Cuando se levantó para ir al baño, algo en mí se quebró. No sé qué fuerza me impulsó, pero lo seguí y cerré la puerta tras de mí.
Luciano me miró con esa sonrisa que parecía leerme por dentro.
—Entonces, ¿cuál es tu respuesta?
Respiré hondo.
—Sí… —mi voz temblaba—. Pero… soy virgen. No quiero que entres en mí.
El baño era estrecho, apenas había espacio para respirar, Mi espalda chocó contra la puerta, y él me rodeó con su cuerpo, tan cerca que sentía la energía arder entre nosotros.
—Estoy nerviosa —murmuré con la voz rota.
Él me sujetó el mentón, obligándome a mirarlo a los ojos.
—Confía en mí. Solo déjate guiar.
Sus labios buscaron los míos con un beso profundo, húmedo, desesperado. Mis piernas temblaron, y cuando su mano se deslizó bajo mi falda, un gemido escapó de mi garganta sin que pudiera detenerlo.
—Estás temblando —susurró, acariciando el interior de mis muslos—. Pero me deseas, ¿cierto?
—Sí… —me rendí, jadeando.
Su dedo encontró mi intimidad, húmeda, palpitante, y empezó a moverlo despacio, haciéndome perder el control. El placer me sacudió tan fuerte que tuve que morderme el labio para no gritar.
—Eso es, princesa… gime para mí —su voz ronca me quemaba la piel.
Mi respiración se descontrolaba mientras su ritmo aumentaba, jugando conmigo, acariciando hasta el borde y retrocediendo.
—Luciano… —supliqué, entre gemidos ahogados—. No puedo más, siento que estalló
Él sonrió, satisfecho.
—Dame tu mano.
Obedecí, temblando. Me la llevó hasta la dureza bajo su pantalón. Me estremecí al sentirlo tan grande y duro
—No sé hacerlo —admití con vergüenza.
—Te enseño. Aprieta suave… así. Muévelo despacio, de arriba abajo. —Su respiración se volvió más pesada—. Perfecto, princesa.
Seguí sus instrucciones, insegura al principio, pero el gemido que arrancó de su garganta me llenó. Sentía cómo se endurecía aún más bajo mi mano mientras él continuaba torturándome con sus dedos.
Mi cuerpo se arqueó contra la puerta, un orgasmo dulce y violento me sacudió de golpe. Grité bajo, perdida en esa oleada de placer que me nublaba todo.
—Eso… así de deliciosa te quería ver —susurró, apretando mi cintura mientras yo aún temblaba.
Mis dedos siguieron acariciándolo, y él jadeaba contra mi cuello, rozando mi piel con mordiscos suaves.
—Quiero estar dentro de ti, Zaira —su voz era grave —. Déjame penetrarte.
Lo miré, agitada, con las mejillas encendidas y el cuerpo todavía vibrando.
—Sí… —dije sin pensar, completamente entregada—. Quiero que lo hagas.
Justo cuando sus manos empezaron a bajar mi ropa interior, un timbre sonó y la voz del capitán llenó la cabina:
—Señores pasajeros, estamos por iniciar el aterrizaje. Por favor regresen a sus asientos y aseguren los cinturones.
Luciano cerró los ojos, frustrado, mientras yo me quedaba sin aliento, aún húmeda, aún ardiendo.
—Maldita sea… —susurró contra mis labios—. Me debes esto, princesa. Y no pienso dejarlo a medias.
Me arreglé la falda con manos temblorosas. Él se acomodó el pantalón, aún duro bajo la tela.
Regresamos a los asientos como si nada hubiera pasado… pero en mi interior, sabía que esa historia apenas empezaba.
Últimos capítulos
#25 CAPÍTULO 25
Última actualización: 9/2/2025#24 CAPÍTULO 24
Última actualización: 9/2/2025#23 CAPÍTULO 23
Última actualización: 9/2/2025#22 CAPÍTULO 22
Última actualización: 9/2/2025#21 CAPÍTULO 21
Última actualización: 9/2/2025#20 CAPÍTULO 20
Última actualización: 9/2/2025#19 CAPÍTULO 19
Última actualización: 9/2/2025#18 CAPÍTULO 18
Última actualización: 9/2/2025#17 CAPÍTULO 17
Última actualización: 9/2/2025#16 CAPÍTULO 16
Última actualización: 9/2/2025
Te podría gustar 😍
Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano
—Vas a tomar cada pulgada de mí. —Susurró mientras empujaba hacia arriba.
—Joder, te sientes tan jodidamente bien. ¿Es esto lo que querías, mi polla dentro de ti? —Preguntó, sabiendo que lo había estado tentando desde el principio.
—S..sí —jadeé.
Brianna Fletcher había estado huyendo de hombres peligrosos toda su vida, pero cuando tuvo la oportunidad de quedarse con su hermano mayor después de graduarse, allí conoció al más peligroso de todos. El mejor amigo de su hermano, un Don de la mafia. Él irradiaba peligro, pero ella no podía mantenerse alejada.
Él sabe que la hermanita de su mejor amigo está fuera de límites y, sin embargo, no podía dejar de pensar en ella.
¿Podrán romper todas las reglas y encontrar consuelo en los brazos del otro?
Mi Luna Marcada
—Sí.
Exhala, levanta su mano y la baja para abofetear mi trasero desnudo de nuevo... más fuerte que antes. Gimo por el impacto. Duele, pero es tan excitante y sexy.
—¿Lo harás de nuevo?
—No.
—¿No, qué?
—No, Señor.
—Buena chica —acerca sus labios para besar mi trasero mientras lo acaricia suavemente—.
—Ahora, voy a follarte —me sienta en su regazo en una posición de monta. Nos miramos a los ojos. Sus largos dedos encuentran el camino hacia mi entrada e insertan sus dedos.
—Estás empapada por mí, nena —dice complacido. Mueve sus dedos dentro y fuera, haciéndome gemir de placer.
—Hmm —pero de repente, se van. Lloro mientras deja mi cuerpo ansiando por él. Cambia nuestra posición en un segundo, así que estoy debajo de él. Mi respiración es superficial y mis sentidos incoherentes mientras anticipo su dureza en mí. La sensación es fantástica.
—Por favor —suplico. Lo quiero. Lo necesito tanto.
—Entonces, ¿cómo te gustaría venirte, nena? —susurra.
¡Oh, diosa!
La vida de Apphia es dura, desde ser maltratada por los miembros de su manada hasta que su compañero la rechaza brutalmente. Está sola. Golpeada en una noche difícil, conoce a su segunda oportunidad de compañero, el poderoso y peligroso Alfa Lycan, y vaya que le espera la aventura de su vida. Sin embargo, todo se complica cuando descubre que no es una loba común. Atormentada por la amenaza a su vida, Apphia no tiene otra opción que enfrentar sus miedos. ¿Podrá Apphia derrotar la iniquidad que amenaza su vida y finalmente ser feliz con su compañero? Sigue para más.
Advertencia: Contenido maduro.
El Deseo Prohibido del Rey Licántropo
Esas palabras salieron cruelmente de la lengua de mi destinado—MI COMPAÑERO.
Él robó mi inocencia, me rechazó, me apuñaló y ordenó que me mataran en nuestra noche de bodas. Perdí a mi loba, dejada en un reino cruel para soportar el dolor sola...
Pero mi vida dio un giro esa noche—un giro que me arrastró al peor infierno posible.
Un momento, era la heredera de mi manada, y al siguiente—era una esclava del despiadado Rey Lycan, que estaba al borde de perder la cordura...
Frío.
Mortal.
Implacable.
Su presencia era el infierno mismo.
Su nombre un susurro de terror.
Juró que yo era suya, deseada por su bestia; para satisfacerlo incluso si me rompe
Ahora, atrapada en su mundo dominante, debo sobrevivir a las oscuras garras del Rey que me tenía bajo su control.
Sin embargo, dentro de esta oscura realidad, yace un destino primitivo....
De Mejor Amigo a Prometido
Una semana de boda en New Hope. Una mansión llena de invitados. Y una dama de honor muy resentida.
Para sobrevivir, Savannah lleva una cita —su encantador y pulcro mejor amigo, Roman Blackwood. El único hombre que siempre la ha apoyado. Le debe un favor, y fingir ser su prometido? Fácil.
Hasta que los besos falsos empiezan a sentirse reales.
Ahora Savannah está dividida entre mantener la farsa… o arriesgarlo todo por el único hombre del que nunca debió enamorarse.
Dura en Disfraz
—Jade, necesito revisar tu—comenzó la enfermera.
—¡FUERA!—gruñí con tanta fuerza que ambas mujeres retrocedieron hacia la puerta.
Una vez temida por la Organización Sombra que me drogó para replicar mis habilidades en una versión más controlable, había escapado de mis ataduras y detonado toda su instalación, lista para morir junto a mis captores.
En cambio, desperté en la enfermería de una escuela con mujeres discutiendo a mi alrededor, sus voces perforando mi cráneo. Mi estallido las congeló de shock—claramente no esperaban tal reacción. Una mujer amenazó mientras se iba—Discutiremos esta actitud cuando llegues a casa.
La amarga verdad es que he renacido en el cuerpo de una chica de secundaria con sobrepeso, débil y supuestamente tonta. Su vida está llena de acosadores y verdugos que han hecho su existencia miserable.
Pero no tienen idea de con quién están tratando ahora.
No sobreviví como la asesina más letal del mundo permitiendo que alguien me pisoteara. Y ciertamente no voy a empezar ahora.
Yo y Mi Esposo Multimillonario
Después de lidiar con hombres indignos y mujeres despreciables, Aurora está lista para vivir su vida libremente y sin disculpas. Pero el distante y misterioso Heath se acerca con una pregunta que lo cambia todo:
—¿Cuándo nos casamos?
La Cachorra del Príncipe Licántropo
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.
—
Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.
Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.
Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.
Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Perfecto bastardo
—Dime que no te acostaste con él, maldita sea —exigió entre dientes apretados.
—¡Vete al diablo, hijo de puta! —le respondí, intentando liberarme.
—¡Dilo! —gruñó, usando una mano para sujetar mi barbilla.
—¿Crees que soy una zorra?
—¿Entonces es un no?
—¡Vete al infierno!
—Bien. Eso es todo lo que necesitaba escuchar —dijo, levantando mi top negro con una mano, exponiendo mis pechos y enviando una oleada de adrenalina a través de mi cuerpo.
—¿Qué demonios estás haciendo? —jadeé mientras él miraba mis pechos con una sonrisa satisfecha.
Pasó un dedo sobre una de las marcas que había dejado justo debajo de uno de mis pezones.
¿El bastardo estaba admirando las marcas que me había dejado?
—Envuélveme con tus piernas —ordenó.
Se inclinó lo suficiente como para tomar mi pecho en su boca, chupando con fuerza un pezón. Me mordí el labio inferior para ahogar un gemido mientras él mordía, haciéndome arquear el pecho hacia él.
—Voy a soltar tus manos; no te atrevas a intentar detenerme.
Bastardo, arrogante y completamente irresistible, el tipo exacto de hombre con el que Ellie juró que nunca volvería a involucrarse. Pero cuando el hermano de su amiga regresa a la ciudad, se encuentra peligrosamente cerca de sucumbir a sus deseos más salvajes.
Ella es irritante, inteligente, sexy, completamente loca, y también está volviendo loco a Ethan Morgan.
Lo que comenzó como un simple juego ahora lo atormenta. No puede sacarla de su cabeza, pero nunca permitirá que nadie entre en su corazón de nuevo.
Incluso cuando ambos luchan con todas sus fuerzas contra esta ardiente atracción, ¿podrán resistirse?
Placeres culposos
¿Todo ha sido un error? ¿O quizás solo parte del destino? La ida por un vaso de agua, resultó en el inicio de un deseo culposo con consecuencias irreversibles.
Soy Erika Martín de 21 años, soy una latina, proveniente de Venezuela, me mudé de mi país buscando el sueño Americano ante una oportunidad de empleo como servicio doméstico en la mansión uzcategui, sin saber que mi destino cambiaría por completo, al conocer a Alejandro Uzcategui, el heredero y magnate de negocios más prestigioso dela ciudad, con una ciudad tan grande y él puso sus ojos en mi, su humilde y tímida empleada, que no sabe decirle que no, todo con él era perfecto, pero él tiene dos grandes defectos, es casado y jodidamente posesivo, me llama bomboncito y me reclama como suya. Estoy locamente enamorada de él y temo por la repercusiones de lo que vendrá, ya que se que no me dejará escapar, menos cuando sepa mi gran secreto.
Accardi
—Te costará algo —susurró antes de tirar de su lóbulo con los dientes.
Sus rodillas temblaron y, si no fuera por su agarre en su cadera, habría caído. Él empujó su rodilla entre sus muslos como un soporte secundario en caso de que decidiera necesitar sus manos en otro lugar.
—¿Qué quieres? —preguntó ella.
Sus labios rozaron su cuello y ella gimió mientras el placer que sus labios provocaban se hundía entre sus piernas.
—Tu nombre —exhaló él—. Tu verdadero nombre.
—¿Por qué es importante? —preguntó ella, revelando por primera vez que su corazonada era correcta.
Él se rió contra su clavícula.
—Para saber qué nombre gritar cuando vuelva a entrar en ti.
Genevieve pierde una apuesta que no puede pagar. Como compromiso, acepta convencer a cualquier hombre que su oponente elija para que se vaya a casa con ella esa noche. Lo que no se da cuenta cuando el amigo de su hermana señala al hombre taciturno sentado solo en el bar, es que ese hombre no se conformará con solo una noche con ella. No, Matteo Accardi, Don de una de las pandillas más grandes de la ciudad de Nueva York, no hace encuentros de una sola noche. No con ella, de todos modos.
La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas
¿Qué? No—espera… oh Diosa Luna, no.
Por favor, dime que estás bromeando, Lex.
Pero no lo está. Puedo sentir su emoción burbujeando bajo mi piel, mientras que todo lo que siento es pavor.
Doblamos la esquina y el aroma me golpea como un puñetazo en el pecho—canela y algo increíblemente cálido. Mis ojos recorren la habitación hasta que se posan en él. Alto. Imponente. Hermoso.
Y luego, tan rápido como… me ve.
Su expresión se tuerce.
—Joder, no.
Se da vuelta—y corre.
Mi compañero me ve y corre.
Bonnie ha pasado toda su vida siendo destruida y abusada por las personas más cercanas a ella, incluida su propia hermana gemela. Junto a su mejor amiga Lilly, que también vive una vida de infierno, planean escapar mientras asisten al baile más grande del año que está siendo organizado por otra manada, solo que las cosas no salen como planeaban, dejando a ambas chicas sintiéndose perdidas e inseguras sobre su futuro.
El Alfa Nicholas tiene 28 años, sin compañera, y no tiene planes de cambiar eso. Este año le toca organizar el Baile Anual de la Luna Azul y lo último que espera es encontrar a su compañera. Lo que espera aún menos es que su compañera sea 10 años menor que él y cómo su cuerpo reacciona ante ella. Mientras intenta negarse a reconocer que ha encontrado a su compañera, su mundo se pone patas arriba después de que los guardias atrapan a dos lobas corriendo por sus tierras.
Una vez que las traen ante él, se encuentra nuevamente frente a su compañera y descubre que ella esconde secretos que lo harán querer matar a más de una persona.
¿Podrá superar sus sentimientos hacia tener una compañera y una que es tan joven? ¿Su compañera lo querrá después de sentir el dolor de su rechazo no oficial? ¿Podrán ambos trabajar en dejar atrás el pasado y avanzar juntos o tendrá el destino otros planes y los mantendrá separados?
Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario
Técnicamente, Rhys Granger era mi prometido ahora—millonario, increíblemente atractivo y un sueño húmedo de Wall Street. Mis padres me empujaron hacia el compromiso después de que Catherine desapareciera, y honestamente? No me importó. Había estado enamorada de Rhys durante años. Esta era mi oportunidad, ¿verdad? ¿Mi turno de ser la elegida?
Error.
Una noche, me abofeteó. Por una taza. Una estúpida, rota y fea taza que mi hermana le dio hace años. Fue entonces cuando me di cuenta—él no me amaba. Ni siquiera me veía. Solo era un reemplazo cálido para la mujer que realmente quería. Y aparentemente, ni siquiera valía tanto como una taza de café glorificada.
Así que lo abofeteé de vuelta, lo dejé y me preparé para el desastre—mis padres perdiendo la cabeza, Rhys teniendo una rabieta de millonario, su aterradora familia planeando mi prematura desaparición.
Obviamente, necesitaba alcohol. Mucho alcohol.
Entra él.
Alto, peligroso, injustamente atractivo. El tipo de hombre que te hace querer pecar solo por existir. Lo había conocido solo una vez antes, y esa noche, él simplemente estaba en el mismo bar que mi yo borracha y compadeciéndose de sí misma. Así que hice lo único lógico: lo arrastré a una habitación de hotel y le arranqué la ropa.
Fue imprudente. Fue estúpido. Fue completamente desaconsejado.
Pero también fue: El. Mejor. Sexo. De. Mi. Vida.
Y, como resultó, la mejor decisión que había tomado.
Porque mi aventura de una noche no es solo un tipo cualquiera. Es más rico que Rhys, más poderoso que toda mi familia, y definitivamente más peligroso de lo que debería estar jugando.
Y ahora, él no me va a dejar ir.












