Contrato de Matrimonio con un paralítico

Contrato de Matrimonio con un paralítico

Naulis Machado · Completado · 105.7k Palabras

929
Tendencia
4.1k
Vistas
1.3k
Agregado
Compartir:facebooktwitterpinterestwhatsappreddit

Introducción

Helen Fonseca, es una chiquilla tierna, dulce e inocente. Tras la enfermedad de su madre se verá obligada a casarse con el CEO de una empresa. Un hombre despiadado, arrogante y mucho mayor que ella, que, además está atado a una silla de ruedas.

¿Podrá Helen cambiar el corazón de ese hombre? ¿O un matrimonio por contrato no permitirá que lleguen a amarse?

Capítulo 1

Allí iba yo, directo a casarme con un hombre en silla de ruedas que no conocía, un hombre que detestaba por haberme prácticamente obligado casarme con él; un hombre que me llevaba unos cuantos años de edad, y que me estaba obligando a vivir por siempre atada a un paralítico.

Sí, como he dicho antes, a un paralítico. Y no era que fuese una mala persona que viera a esas personas como pocas cosas, era todo lo contrario; las admiraba por salir adelante a pesar de sus dificultades, pero, él Dylan Mayora era el hombre más cruel del mundo.

Me llamo Helen Fonseca, hija de una familia de la clase media. Contaba con un padre llamado Arturo Fonseca; un hombre alcohólico, lleno de maldad que nos había hecho la vida imposible a mi madre y a mí desde que tenía uso de razón.

Mi madre se llama Andrea Palacios; una mujer humilde y de corazón noble, una mujer dulce por la cuál daría mi vida si fuera necesario.

Pero les contaré desde el principio. Tenía dieciocho años apenas cumplidos, y me estaban obligando a casar con el CEO de la empresa automotriz más importante del mundo. Mi padre estaba apunto de perder la casa y las deudas sobraban por culpa de su alcoholismo. Debido a lo anterior, su jefe le había hecho firmar un contrato de dos años de casamiento, por lo que a cambio de recuperar nuestra casa y pagarle sus deudas yo debía casarme con él. Todo ello porque él necesitaba una esposa que fuese capaz de casarse con un paralítico. Y entonces mi padre siendo empleado del monstruo de Dylan Mayora, no se le ocurrió otra idea que dar a su propia hija a cambio de que él le salvara la hipoteca de la casa y pagara sus incontables deudas.

Y pues allí entraba yo, la niña estúpida que haría cualquier cosa por ver feliz a su familia a pesar de que mi padre no merecía eso; aunque realmente lo hacía era por mi hermosa madre, quien últimamente había estado enferma y necesitaba un trasplante de riñón y nosotros no podíamos ni teníamos la posibilidad económica para hacerlo.

Mi madre trató de convencerme de que me fuera lejos, que fuera feliz, que me escapara, que lo único que a ella le importaba era mi felicidad, la felicidad de su única y preciada hija. No obstante, el solo hecho de dejar sola a mi madre con el animal de mi papá, hacía que cualquier duda de casarme desapareciera de mi mente.

—¡Papá, por favor! ¡No me hagas esto!, prometo trabajar horas extras, dejaré los estudios y recuperaremos la casa. También conseguiré el trasplante para mamá, además, podemos donar el mío, por favor padre no me obligues a casarme con ese monstruo en silla de ruedas —Estaba llorándole a mi padre de rodillas, suplicándole que entendiera que por favor había otras maneras.

—Ya cállate Helen, no seas egoísta y piensa un poco más en tu madre, más tarde me agradecerás, estúpida. Mira que cualquiera quisiera estar en tu lugar —Me tomó del cabello fuerte mientras me hablaba.

Realmente le tenía mucho miedo a mi padre. Ese hombre cuando se enojaba podía golpear a cualquiera, así que, me quedé en silencio por la sencilla razón de que no quería que se desquitara con mi pobre madre luego.

Minutos después limpié el maquillaje y acomodé mi vestido, para salir al auto que afuera me esperaba, para llevarme a mi destino.

Odiaba a Dylan Mayora, lo odiaba por pedirle a mi padre que yo fuera su esposa, que me entregará a él para condenarme a vivir con un hombre de veintisiete años, cuando yo apenas tenía dieciocho. Y no era que lo conociera, porque jamás lo había visto en una revista o me lo habían presentado, ya que siempre estaba estudiando y el poco tiempo que no lo hacía estaba trabajando para ayudar con las medicinas de mi mamá, pero podía imaginarlo. Muchas personas le temían, por ser un hombre áspero y de temperamento fuerte. Incluso, había personas que decían que era un asesino que había acabado con la vida de su esposa y de su hijo, hacía algunos años; pero yo no indagaba mucho sobre el tema.

En cuanto llegué a la iglesia, las piernas me temblaban. Quería llorar pero no quería avergonzar a mi familia, así que, me tragué cada una de mis lágrimas. Era horrible lo que estaba sintiendo. Yo deseaba vivir una vida plena, disfrutar mi juventud en la universidad, ir por primera vez ir a una fiesta, o una disco, pero jamás pensé que debía casarme con un viejo decrépito y más en silla de ruedas. Ese hombre estaba prácticamente robando mi juventud, robando todo lo que soñaba, todo lo que quería y lo que tenía, lo cual así fuera poco yo lo apreciaba.

Se escuchó la marcha nupcial, y aunque no era lo que soñé quise observar todo a mi alrededor; había periodistas y rostros sumamente desconocidos, me sentía abrumada por tantas cosas que estaba viviendo, pero más aún, decepcionada de mi padre.

Mi madre estaba en unas de las sillas de adelante; su piel estaba tan pálida que me dio tristeza mirarla. Ella no podía evitar llorar con dolor, aunque, muchos pensaban que lo hacía de felicidad porque su hija se estaba casando con el hombre que “amaba”.

Levanté la cara y caminé recta hacia mi destino, a lo lejos podía apreciar a un hombre de barba sentado en su silla de ruedas, su mirada era fría e intimidante y sus ojos no tenían expresión alguna. Tragué grueso muerta del miedo cuando mi padre me entregó en sus brazos.

Mi padre no le dijo nada, solo asintió con la cabeza y el hombre me miró para luego dirigirse al padre que nos miraba con alegría insinuando que estaba realizando una boda incitada por el amor.

Es que… ¡Mierda! ¿Nadie podía fijarse que me estaba muriendo en vida?

Giré mi rostro sin mirar a mi futuro esposo para escuchar al padre que había comenzando con la charlatanería que dicen todos antes del; los declaro marido y mujer.

—Señor Dylan Mayora, ¿acepta por esposa a la señorita Helen Fonseca, para amarla y respetarla en la riqueza en la pobreza en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe? —Le preguntó el padre.

Yo deseaba que el idiota recapacitara y se diera cuenta de que me estaba matando en vida, que me estaba robando mis mejores años, que me estaba haciendo algo que jamás se le debía hacer a una persona: quitarle su libertad.

—Sí, acepto —Respondió sin titubear.

—Y usted señorita Helen Fonseca, ¿acepta al señor Dylan Mayora para amarlo y respetarlo, en las riquezas, en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?

Esa frase, “hasta que la muerte los separe” hacía eco en mi cabeza. Y el salón se tornó en silencio al darse cuenta de que no respondía. Fue allí en donde lo miré de frente.

Era un hombre bastante atractivo. Sus largas pestañas lo hacían lucir más joven de lo que era, sus labios eran gruesos y bastante rosados, pero su mirada, su mirada irradiaba terror.

—¿No piensas contestar? —Musitó en un tono áspero.

Miré al padre y boté las palabras que determinarían mi destino desde ese momento.

—Sí, acepto.

—Yo los declaro: marido y mujer…

El hombre no dejó terminar al padre, firmó unos papeles y me los lanzó para agarrar su silla de ruedas e irse.

Las personas comenzaron a murmurar entre ellas, mientras yo me sentía como una estúpida. Había sido humillada por aquél hombre, así que no tenía más remedio que también irme.

Llegué a casa con mis padres y cambié mi ropa. Mi madre hacía mis maletas mientras lloraba por lo que estaba pasando.

—No llores mami —La abracé fuerte.

—Perdóname mi niña, perdóname por no defenderte de tu padre —Sollozaba.

Junté mi frente con la de ella y la besé en los labios como lo hacía de pequeña.

—Prometo volver por ti mami, prometo que te voy a separar del animal de mi padre, solo mantente viva ¿sí? Todo lo hago por tu salud, te amó tanto vieja —Lloraba con un dolor punzante en mi pecho. Y es que jamás me había separado de mi viejita linda.

Segundos después tomé mis maletas y salí de mi casa, sin despedirme de mi padre. No quería ni verlo a la cara, el muy idiota estaba sentando, tomando en el sillón de la sala celebrando que por fin que se había deshecho de mí.

En la calle me esperaba una limusina negra. Un hombre mayor bajó de ella y abrió la puerta para indicarme que entrara.

—Deje esa maleta en el basurero señorita, son órdenes del señor —Me indicó el anciano.

Apreté los puños con molestia y saqué de ella mi bolsa de mano para llevarla conmigo. El anciano me miró extrañado pero de igual manera no dijo nada. Así que dejé la maleta, molesta, porque era tanto el miedo que le tenía a Dylan que no quería desobedecer ninguna de sus órdenes.

Durante el viaje estuve en silencio por unos cuantos minutos. Las lágrimas recorrían mi rostro sin evitarlo.

¿Qué sería mi vida desde entonces?, ¿qué me esperaba después de eso?, ¿Dylan sería un maltratador?, las preguntas rodeaban mi mente.

En cuanto llegamos a la mansión mi ojos se maravillaron; era una casa hermosa, de tres plantas, pero una de las plantas era subterránea. Caminé con el peluche en mi mano y entré en su interior; mis labios se abrieron de par en par cuando vi el maravilloso lugar en donde viviría. El piso era brillante, tanto que se reflejaba mi rostro en él, los cuadros y estatuas lo hacían verse elegante. Y unos segundos después, caminé cuidadosamente hasta la habitación que me había indicado unas de las sirvientas.

—Señora Mayora…

Mis mejillas se ruborizaron.

Escucharla llamarme por el apellido de un desconocido me daba náuseas y rabia a la vez, así que tuve que apretar mis puños para controlarme.

—Sí, dígame —La miré con fastidio.

—Este será el cuarto que compartirá con el señor, él ahorita salió de viaje pero me pidió que le dijera que se sienta cómoda y que llegará en unos días.

Me sentía aliviada de no verlo en unos días, pero por otra parte estaba muy nerviosa. La sirvienta me había dado la habitación del monstruo y de solo pensar que iba a compartir habitación con él me daba escalofríos. En cuando estuve sola aproveché para husmear en la habitación; había una cama extra en el medio, con dos mesas de noche en sus costados, una peinadora de mujer en frente y las paredes estaban llenas de lámparas pequeñas pegadas a ellas, pero hubo algo que llamó mi atención por completo, era el retrato de una mujer con un niño dibujado a mano en la parte derecha de la pared.

Después de husmear me dirigí al baño, el cual era bastante elegante y amplio. Jamás me había bañado en una tina de baño así que estaba emocionada, por lo que busqué entre los frascos de productos de limpieza. Pronto me encontraba llenando la tina con jabón con olor a naranja; era extraño pero ese era el olor, y no me quejé, era mucho mejor que los jabones que compraba mi padre.

Esa noche me costó quedarme dormida. Y aunque subieron mi cena no pude comerla. No dejaba de pensar qué iba a ser de mi vida desde ese momento, en que tenía un esposo, en que tenía una vida muy diferente a la que imaginé.

Comencé a llorar por largas horas hasta que logré dormirme.

Eran las seis de la mañana cuando una mujer entró en la habitación. Ella comenzó a abrir las ventanas como exasperada, su falta de cordura era máxima, por mi parte me tapé más con la cobija ya que hacía apenas unas hora que había conciliado el sueño .

—Es hora de levantarte. Aquí en esta casa todos se despiertan a las seis de la mañana, no creas que porque eres la esposa de mi hermano puedes hacer lo que quieras, aquí tienes obligaciones y deberes.

Iba a preguntar quién era la chica de cabellos castaños, tan amable que me acababa de levantar, pero escuché que era su hermano y allí estaba mi respuesta.

Desarropé mi cabeza y la miré con odio. Luego, ella al ver que no me levantaba jaló mis sábanas con molestia.

—¿Qué esperas muerta de hambre? ¡Levántate! —Su tono era altivo, su mirada fría.

Me levanté en silencio, al fin de cuentas no estaba en mi casa, así que no tenía por qué decirle algo.

Después de asearme, la chica me indicó muchas labores de limpieza, y no era que me molestaba, era solo que no entendía entonces para qué la chica de servicio estaba ahí.

Ese día no me permitieron comer en el comedor. Además, yo estaba con la misma ropa del día anterior ya que mi “esposo” no me había dejado traer la mía.

Eran las nueve de la noche, cuando iba a subir a mi habitación y la hermana de Dylan; Marina, así se llamaba, me dijo que no podía dormir en el cuarto de Dylan, así que me indico qué durmiera en unos de los cuartos de la planta baja que quedaba junto al cuarto de Margarita, la sirvienta.

Cuando entré a la pequeña habitación el frío me hizo temblar, ya que había una ventana que estaba abierta y justo quedaba hacia al jardín.

Los árboles del jardín revoloteaban indicando una tormenta horrible, y en ese momento extrañé tanto a mi madre. En los días lluviosos siempre dormía conmigo abrazada a ella.

Cerré la ventana y me acosté comenzando a llorar de nuevo. Odiaba a Dylan con todas mis fuerzas, ¿por qué? De tantas mujeres en el mundo tenía que ser yo la persona con la que el imbécil se casaría.

Esa noche a pesar del cansancio no logré dormir. Ese año, hubiera estado cursando el primer semestre de enfermería, pero no, tuvo que cambiarme la vida de esa manera .

De nuevo me quedé dormida a las cuatro de la mañana, e igual que la noche anterior la arpía de mi cuñada me levanto a la misma hora.

Estaba cansada de usar el mismo atuendo así que luego de asearme le pregunté si no me podía prestar algo de ropa.

—Señora Marina, me perdona, ¿será que usted podría prestarme algo de ropa para cambiar estas?

—¡Ja ja ja! ¿Qué te pasa? ¿estás loca? —Expresó con enojo y sorpresa —Yo no podría prestarte mi ropa para que la ensucies con tu asqueroso cuerpo.

No le respondí, pero una lágrima rodó por mis mejillas. No entendía el por qué esa mujer me trataba con total desagrado si yo jamás le había hecho nada. Yo no había pedido estar allí, yo no quería casarme con su hermano.

Estaba terminando de limpiar el piso de la sala con una esponja cuando Margarita emocionada me dijo que en la puerta de la mansión estaba mi madre y quería verme. Entonces quise salir corriendo a abrazarla, no sabía cuánto tiempo había transcurrido sin verla pero la extrañaba tanto que salí corriendo a su encuentro.

—¿A dónde crees que vas?—Marina me detuvo tomándome por los brazos.

—A ver a mi madre que ha venido a visitarme — La miré desesperada por salir corriendo.

—No tienes permitido tener visitas, vamos, sigue trapeando, le diré a tu madre que no puedes verla.

Margarita me miró con lástima, así que tomé la esponja y continúe limpiando, mientras miraba cómo Marina salía a despedir a mi vieja querida. Corrí a mi habitación para verla aunque fuese de lejos, como daba al jardín podía visualizarla perfectamente.

Mi corazón se partió en pedazos cuando Marina la corrió como a un perro, mi pobre madre llevaba una torta de pan en sus manos, y Marina se la había arrebatado para botarla a la basura. Mi madre tomó su canasta y muy triste mientras secaba sus lágrimas con un pañuelo salió de la mansión.

Los siguientes días pasaron tan rápido que no me había dado cuenta del tiempo que llevaba con el mismo atuendo; lo único que me salvaba de no oler mal, era que en las noches me las quitaba para lavarlos y en la mañana después de que me levantaba me los colocaba.

Ese día mi querida cuñada no me levantó como todos los días, al contrario, mandó el desayuno a mi habitación.

Me pareció sumamente extraño pero no era tan tonta como para protestar.

Después de desayunar la sirvienta me dijo que fuera al despacho porque mi esposo había regresado y quería verme…

Últimos capítulos

Te podría gustar 😍

Intocable (Colección de la Serie Avatar a la Luz de la Luna)

Intocable (Colección de la Serie Avatar a la Luz de la Luna)

1.8m Vistas · Completado · Marii Solaria
«¡No, no! ¡No es así!» Supliqué, con lágrimas corriendo por mi rostro. «¡No quiero esto! ¡Tienes que creerme, por favor!»

Su gran mano me agarró violentamente por la garganta, levantándome del suelo sin esfuerzo. Sus dedos temblaban con cada apretón, estrechando las vías respiratorias vitales para mi vida.

Tosí y me ahogué mientras su ira me quemaba los poros y me incineraba interiormente. El odio que Nerón siente por mí es fuerte, y sabía que no había forma de salir vivo de esto.

«¡Como si fuera a creerle a un asesino!» La voz de Nerón suena aguda en mis oídos.

«Yo, Neron Malachi Prince, el Alfa de la manada Zircon Moon, te rechazo, Halima Zira Lane, por ser mi compañera y Luna.» Me tiró al suelo como a un pedazo de basura, dejándome sin aliento. Luego agarró algo del suelo, me dio la vuelta y me acuchilló.

Me cortó la marca de mi manada. Con un cuchillo.

«Y por la presente te sentencio a muerte».


Una joven mujer lobo, abandonada por su propia manada, acalla su aullido ante el peso aplastante y la voluntad de los lobos que quieren verla sufrir. Tras ser acusada falsamente de asesinar a Halima dentro de la manada de Zircon Moon, su vida se derrumba entre las cenizas de la esclavitud, la crueldad y el abuso. Solo cuando encuentre la verdadera fuerza de un lobo en su interior podrá escapar de los horrores de su pasado y seguir adelante...

Tras años de lucha y curación, Halima, la superviviente, vuelve a enfrentarse a la antigua manada que la marcó la muerte. Busca una alianza entre sus antiguos captores y la familia que ha encontrado en la manada Garnet Moon. La idea de fomentar la paz donde hay veneno es poco prometedora para la mujer que ahora se conoce como Kiya. A medida que el creciente estruendo de resentimiento comienza a abrumarla, Kiya se encuentra con una sola opción. Para que sus heridas supurantes sanen de verdad, debe enfrentarse a su pasado antes de que devore a Kiya como lo hizo con Halima. En las sombras que crecen, el camino hacia el perdón parece ir y venir. Al fin y al cabo, no se puede negar el poder de la luna llena, y para Kiya quizás la llamada de la oscuridad resulte igual de inflexible...

Este libro es adecuado para lectores adultos, ya que el tema aborda temas delicados, como los pensamientos o acciones suicidas, el abuso y los traumas que pueden provocar reacciones graves. Por favor, tenga en cuenta.
————UntouchableLibro 1 de la serie The Moonlight Avatar

TENGA EN CUENTA: Esta es una colección de series para la serie The Moonlight Avatar de Marii Solaria. Esto incluye Untouchale y Unhinged, e incluirá el resto de la serie en el futuro. Hay libros separados de la serie disponibles en la página del autor.:)
La Cachorra del Príncipe Licántropo

La Cachorra del Príncipe Licántropo

2m Vistas · En curso · chavontheauthor
—Eres mía, cachorrita—gruñó Kylan contra mi cuello.
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.



Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.

Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.

Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.

Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Luna de ojos esmeralda

Luna de ojos esmeralda

1.6m Vistas · En curso · morgan_jo30
Nina tenía la vida perfecta. Tenía un novio cariñoso y amigos que nunca se separaban de su lado. Hasta una noche en que su mundo se derrumbó. Al decidir embarcarse en un nuevo viaje, se encuentra con más preguntas que respuestas. Tras innumerables ataques deshonestos, Nina se encuentra en una situación difícil. Su salvador es alguien que menos esperaba. Nina ahora tiene que averiguar si puede cumplir su destino.
Reclamada por los Mejores Amigos de mi Hermano

Reclamada por los Mejores Amigos de mi Hermano

1.9m Vistas · En curso · Destiny Williams
A los 22 años, Alyssa Bennett regresa a su pequeño pueblo natal, huyendo de su esposo abusivo con su hija de siete meses, Zuri. Incapaz de contactar a su hermano, se ve obligada a recurrir a los mejores amigos de él para pedir ayuda, a pesar de su historia de tormento con ellos. King, el ejecutor de la pandilla de motociclistas de su hermano, los Crimson Reapers, está decidido a quebrarla. Nikolai quiere reclamarla para sí mismo, y Mason, siempre el seguidor, está contento de ser parte de la acción. Mientras Alyssa navega las peligrosas dinámicas de los amigos de su hermano, debe encontrar una manera de protegerse a sí misma y a Zuri, todo mientras descubre oscuros secretos que podrían cambiarlo todo.
Persiguiendo a Su Luna Sin Lobo de Vuelta

Persiguiendo a Su Luna Sin Lobo de Vuelta

900.6k Vistas · En curso · Rayna Quinn
—Escucha con atención, Thea. No eres nada, y siempre serás nada. La verdad es que solo me acosté contigo porque eras conveniente.

Avanzó hacia mí, golpeándome con fuerza contra la pared, encerrándome con su cuerpo.

—Por favor, para, Sebastián —supliqué, pero él continuó sin piedad.

—Ni siquiera eras buena en eso. Cada vez que estaba dentro de ti, me imaginaba a Aurora. Cada vez que terminaba, era su rostro el que veía. No eras nada especial, solo fácil. Te usé como la zorra inútil sin lobo que eres.

Cerré los ojos, lágrimas calientes rodaron por mis mejillas. Me dejé caer, rompiéndome por completo.


Como la hija no deseada sin lobo de la familia Sterling, Thea ha pasado toda su vida siendo tratada como una extraña. Cuando un accidente la obliga a casarse con Sebastián Ashworth, el Alfa del clan más poderoso de Moon Bay, ella tontamente cree que el amor y la dedicación podrían ser suficientes para superar su "defecto".

Siete años después, su matrimonio termina en divorcio, dejando a Thea solo con su hijo Leo y un puesto de maestra en una escuela de territorio neutral. Justo cuando comienza a reconstruir su vida, el asesinato de su padre la devuelve al mundo del que intentó escapar. Ahora debe lidiar con el romance reavivado de su exmarido con su perfecta hermana Aurora, ataques misteriosos que la tienen como objetivo, y una atracción inesperada hacia Kane, un policía con sus propios secretos.

Pero cuando una wolfsbane experimental amenaza a ambos clanes y pone en peligro a todos los que ama, Thea se encuentra atrapada entre proteger a su hijo y confrontar un pasado que nunca entendió completamente. Ser sin lobo una vez la hizo una marginada —¿podría ahora ser la clave para su supervivencia? Y mientras Sebastián muestra un lado protector desconocido, Thea debe decidir: ¿debería confiar en el hombre que una vez la rechazó, o arriesgarlo todo abriendo su corazón a alguien nuevo?
La Compañera Humana del Rey Alfa

La Compañera Humana del Rey Alfa

4.6m Vistas · En curso · HC Dolores
«Debes entender algo, amiguito», dijo Griffin, y su rostro se suavizó.

«Te he esperado nueve años. Ha pasado casi una década desde que sentí este vacío dentro de mí. Una parte de mí empezó a preguntarse si no existías o si ya habías muerto. Y luego te encontré, justo dentro de mi propia casa».

Usó una de sus manos para acariciarme la mejilla y sentí un hormigueo por todas partes.

«He pasado suficiente tiempo sin ti y no permitiré que nada más nos separe. Ni a otros lobos, ni a mi padre borracho, que apenas se ha mantenido firme en los últimos veinte años, ni a tu familia, ni siquiera a ti».


Clark Bellevue ha pasado toda su vida siendo la única humana de la manada de lobos, literalmente. Hace dieciocho años, Clark fue el resultado accidental de un breve romance entre uno de los alfas más poderosos del mundo y una mujer humana. A pesar de vivir con su padre y sus hermanastros hombres lobo, Clark nunca ha sentido que realmente perteneciera al mundo de los hombres lobo. Pero justo cuando Clark planea dejar el mundo de los hombres lobo para siempre, su vida se pone patas arriba por culpa de su compañero: el próximo rey alfa, Griffin Bardot. Griffin lleva años esperando la oportunidad de conocer a su pareja, y no va a dejar que se vaya pronto. No importa lo lejos que Clark intente huir de su destino o de su pareja: Griffin tiene la intención de quedarse con ella, sin importar lo que tenga que hacer o quién se interponga en su camino.
Soy su Luna sin lobo

Soy su Luna sin lobo

841k Vistas · En curso · Heidi Judith
Los dedos de Ethan seguían frotando mi clítoris, mientras su pene saltaba dentro de mi cuerpo. Cada articulación de mi cuerpo está dolorida y gritando por el próximo orgasmo. Demasiado rápido, siento esa tensión eléctrica apretándose más, una presión creciente que amenaza con destrozarme. Mis caderas se levantan involuntariamente, instándolo a continuar su exploración, rogando en silencio por la liberación que estoy tan cerca de saborear.

Ethan también emitía profundos rugidos en mi oído.

—Maldita sea... voy a correrme...!!!

Su impacto se volvió más intenso y nuestros cuerpos seguían haciendo sonidos de golpes.

—¡Por favor!! ¡Ethan!!


Como la guerrera más fuerte de mi manada, fui traicionada por aquellos en quienes más confiaba, mi hermana y mi mejor amiga. Fui drogada, violada y desterrada de mi familia y mi manada. Perdí a mi loba, mi honor y me convertí en una paria—cargando un hijo que nunca pedí.

Seis años de supervivencia ganada con esfuerzo me convirtieron en una luchadora profesional, impulsada por la rabia y el dolor. Llega una convocatoria del formidable heredero Alfa, Ethan, pidiéndome que regrese como instructora de combate sin loba para la misma manada que una vez me desterró.

Pensé que podría ignorar sus susurros y miradas, pero cuando veo los ojos verde esmeralda de Ethan—los mismos que los de mi hijo—mi mundo se tambalea.
SU PAREJA DE SEGUNDA OPORTUNIDAD RECHAZADA

SU PAREJA DE SEGUNDA OPORTUNIDAD RECHAZADA

794k Vistas · Completado · judels.lalita
—¡No! ¡No puede ser!— solté un siseo interno—. ¡Él no se atrevería a venir aquí!

—¡¿Qué demonios, Zara?!— Levi chocó conmigo y gruñó detrás de mí.

—Lo siento— murmuré, con los ojos muy abiertos.

—¿Es él?— Levi me preguntó por el vínculo mental, y asentí con la cabeza.

—Zara— dijo mi padre—. Entiendo que conoces al Alfa Noah.

Asentí lentamente con la cabeza.

—Genial— dijo mi padre—. El Alfa Noah también me ha informado que eres su compañera destinada.

Asentí en respuesta.

—Estupendo, el Alfa Noah ha solicitado tu mano.

—¿En serio?— encontré mi voz.

Tanto mi padre como el Alfa Noah asintieron.

—Interesante— dije—. ¿Te dijo el Alfa Noah que me rechazó hace más de un año?

La sonrisa de mi padre vaciló mientras el rostro del Alfa Noah se tornaba pálido.

¿Realmente creía el Alfa Noah que obedecería ciegamente una orden de mi padre sin luchar?


Zara es una loba plateada descendiente de una de las manadas más poderosas del continente.
Un año después de que él la rechazara, su compañero destinado vuelve a tocar su puerta para decirle que ha regresado para reclamarla.
Zara rechaza su propuesta, y él va a escondidas y le pide su mano a su padre. El viejo Alfa acepta el arreglo.
Zara está descontenta y decide manejar las cosas por su cuenta. Informa a su padre que ha tomado un compañero elegido, su Beta y su mejor amigo, Levi—solo que él tiene un secreto.
¿Qué pasará cuando el segundo compañero destinado de Zara asista a su ceremonia de apareamiento con Levi?
¿Detendrá el evento y la reclamará como su compañera?
Una historia sobre dos corazones rotos que se encuentran y se ven atrapados en una red de mentiras y profecías.
¿Encontrará Zara la felicidad que tanto merece?
Regla número 1 - Sin Compañeros

Regla número 1 - Sin Compañeros

1m Vistas · En curso · Jaylee
Labios suaves y calientes encuentran la cáscara de mi oreja y él susurra: «¿Crees que no te quiero?» Empuja sus caderas hacia adelante, chocando contra mi trasero y yo gimo. «¿De verdad?» Se ríe entre dientes.

«Déjame ir», lloriqueo, mi cuerpo tiembla de necesidad. «No quiero que me toques».

Me caigo sobre la cama y luego me doy la vuelta para mirarlo fijamente. Los tatuajes oscuros de los hombros cincelados de Domonic se estremecen y se expanden con el movimiento de su pecho. Su profunda sonrisa llena de arrogancia se extiende detrás de sí mismo para cerrar la puerta.

Mordiéndose el labio, se dirige hacia mí, con la mano pegada a la costura de sus pantalones y a la protuberancia que hay allí.

«¿Estás seguro de que no quieres que te toque?» Susurra, desatando el nudo y metiendo una mano dentro. «Porque juro por Dios que eso es todo lo que quería hacer. Todos los días, desde el momento en que entraste en nuestro bar, percibí tu sabor perfecto desde el otro lado de la habitación».


Draven, nuevo en el mundo de las palancas de cambio, es un humano que huye. Una chica hermosa a la que nadie podría proteger. Domonic es el frío alfa de la manada de lobos rojos. Una hermandad de doce lobos que viven según doce reglas. Reglas que juraron que NUNCA podrían romperse.

Especialmente, regla número uno: No hay amigos

Cuando Draven conoce a Domonic, sabe que ella es su compañera, pero Draven no tiene ni idea de lo que es una pareja, solo que se ha enamorado de un cambiaformas. Un alfa que le romperá el corazón al hacer que se vaya. Prometiéndose a sí misma que nunca lo perdonará, desaparece.

Pero no sabe nada del bebé que está embarazada ni de que, desde el momento en que se fue, Domonic decidió que las reglas estaban hechas para romperlas, ¿y ahora volverá a encontrarla? ¿Lo perdonará?
El Arrepentimiento de su Ex Marido

El Arrepentimiento de su Ex Marido

836.8k Vistas · En curso · Doris
Victoria: Cuando aún era una niña, pensaba que mientras lo diera todo, recibiría el amor verdadero. ¡Pero no fue hasta que el hombre apareció con una mujer embarazada que me di cuenta de que había sido una broma todos estos años! ... Es hora de dejarlo ir. Sé que nunca me amará y que nunca seré su elección. Su corazón siempre le pertenecerá; debe proporcionarle un hogar a la niña. Pero cuando acepté obedientemente y comencé a salir con confianza con otros chicos guapos, se arrepintió
Un manada propia

Un manada propia

779.5k Vistas · En curso · dragonsbain22
La vida de Elena siempre había sido complicada. Como la hija del medio, a menudo se sentía ignorada y descuidada. Sus padres parecían concentrarse más en sus hermanos mayores y menores, dejándola a ella en un segundo plano. Sin embargo, todo cambió el día que descubrió que era una híbrida.

—No puede ser —dijo Elena, mirando a su abuela con incredulidad—. ¿Cómo es posible?

—Siempre lo supe, querida —respondió su abuela con una sonrisa—. Eres especial, y ahora es el momento de que aprendas a controlar tu poder.

Con la ayuda de su mejor amigo, Lucas, y su abuela, Elena comenzó a explorar sus habilidades. Pasaron horas entrenando en el bosque, lejos de las miradas curiosas de los demás.

—Intenta concentrarte, Elena —dijo Lucas, observándola con atención—. Puedes hacerlo.

Elena cerró los ojos y respiró profundamente. Sentía la energía fluir a través de su cuerpo, como un río desbordante. Poco a poco, aprendió a canalizar esa energía y a usarla a su favor.

Un día, mientras practicaban, Elena sintió una presencia extraña. Abrió los ojos y vio a un joven observándola desde la distancia. Sus miradas se cruzaron y sintió una conexión instantánea.

—¿Quién es él? —preguntó Elena, sin apartar la vista del desconocido.

—Es tu compañero destinado —respondió su abuela con una sonrisa—. Juntos, formarán su propia manada.

Elena no podía creer lo que estaba escuchando. Pero a medida que pasaban los días, se dio cuenta de que su abuela tenía razón. Con su nuevo compañero a su lado, se sentía más fuerte y segura que nunca.

Juntos, Elena y su compañero comenzaron a reunir a otros híbridos y lobos solitarios, formando una manada unida y poderosa. A pesar de los desafíos y las dificultades, Elena finalmente encontró su lugar en el mundo, rodeada de aquellos que la amaban y la apoyaban.
Hilos del Destino

Hilos del Destino

645.7k Vistas · Completado · Kit Bryan
Soy una camarera ordinaria, pero puedo ver el destino de las personas, incluidos los Cambiantes. Como todos los niños, fui sometida a pruebas de magia cuando solo tenía unos días de vida. Dado que mi linaje específico es desconocido y mi magia es indetectable, me marcaron con un delicado patrón en espiral alrededor de mi brazo derecho superior.

Tengo magia, tal como mostraron las pruebas, pero nunca se ha alineado con ninguna especie mágica conocida.

No puedo respirar fuego como un Cambiante dragón, ni lanzar maldiciones a las personas que me molestan como las Brujas. No puedo hacer pociones como una Alquimista ni seducir a la gente como una Súcubo. No quiero parecer desagradecida con el poder que tengo; es interesante y todo eso, pero realmente no tiene mucho impacto y, la mayor parte del tiempo, es prácticamente inútil. Mi habilidad mágica especial es la capacidad de ver hilos del destino.

La mayor parte de la vida es lo suficientemente molesta para mí, y lo que nunca se me ocurrió es que mi pareja es un grosero y pomposo incordio. Es un Alfa y el hermano gemelo de mi amigo.

“¿Qué estás haciendo? ¡Este es mi hogar, no puedes entrar así!” Intento mantener mi voz firme, pero cuando se da la vuelta y me fija con sus ojos dorados, me echo atrás. La mirada que me lanza es imperiosa y automáticamente bajo los ojos al suelo, como es mi costumbre. Luego me obligo a mirar de nuevo hacia arriba. Él no se da cuenta de que lo estoy mirando porque ya ha desviado la mirada de mí. Está siendo grosero, me niego a mostrar que me está asustando, aunque definitivamente lo está haciendo. Echa un vistazo alrededor y, al darse cuenta de que el único lugar donde sentarse es la pequeña mesa con sus dos sillas, señala hacia ella.

“Siéntate.” me ordena. Lo miro con desprecio. ¿Quién se cree para darme órdenes así? ¿Cómo puede alguien tan obnoxioso ser mi alma gemela? Tal vez todavía estoy dormida. Me pellizco el brazo y mis ojos se humedecen un poco por el escozor del dolor.