

Eres mío, terco alfa #
Valkyria Wolf · Completado · 161.0k Palabras
Introducción
Aidan, el hijo de Lukyan y Dante ha nacido con la sangre de los cinco grandes alfas.
Siendo el lobo más fuerte de su tipo no puede controlar su poder haciéndose daño.
Lucian, el líder del Consejo sabe que Aidan lo reclama como suyo, pero no puede aceptarlo.
Solo por el hecho que no quiere que él sea el remplazo del lobo que le dio a luz y que fue su primer amor.
Pero Aidan hará todo para que él cambie de opinión, aun cuando su tiempo de vida es limitado y alguien amenaza otra vez a su familia.
Capítulo 1
Este libro es un segundo tomo , si deseas entender lo que ocurre en este es necesario leer el primero, 5 cachorros para el alfa que se encuentra en mi perfil.
Graciassssssss
El aire era helado. Las paredes irregulares de cristales congelados distorsionaban las sombras provocadas por las pocas gotas de agua que usaban huir desde el techo. El delgado suelo transparente que amenazaba con romperse. Un lugar tan inhóspito, extraño y solitario donde nadie le gustaría estar.
Unos lentos pasos rompían el agotador silencio. La figura avanzaba por los diversos caminos que formaban un laberinto como si aquello fue su rutina diaria. Las luces proyectadas levemente se reflejaban en las largas mechas de cabello plateado alrededor de la inmensa e imponente figura. Litus, alfa de la manada de hielo se sentía como en casa.
El lobo avanzó confiado, aquel extraño lugar formaba parte de los terrenos de su manada desde hacía tantos años que se había perdido dentro de los registros familiares, pero eso no hacía que perdiera su valor como tesoro. Su hermano siempre se había negado de entrar allí. Siendo alfa de la manada de fuego, a pesar de ser gemelos tenían gustos totalmente diferentes.
Sus pasos eran medidos y suaves cuidando de no romper la fina capa de hielo que cubría los 30 kilómetros de profundidad de aquella extraña cueva. Nadie sabía su verdadero origen, ni su extensión completa, pero escondía profundos secretos. Uno de ellos era lo que ahora tenía delante de él. Sus oscuros orbes verdes se iluminaron al estar nuevamente delante del estanque de almas perdidas. Habían pasado 10 años desde la última vez que había estado allí, junto con los que le habían acompañado.
El agua tenía una coloración grisácea y a la vez cristalina. A su alrededor había diversas piedras de hielo que hacían que la temperatura fuera aún más baja allí dentro formando una leve costra de cristal atrapando todo lo que podía estar dentro. Se arrodilló y puso sus dedos sobre la superficie y tocando con cuidado. Apartó la mano de golpe y se levantó alarmado. Tragó en secó.
La supuesta costra no estaba, se había derretido y la temperatura del agua era varios grados más calientes. Frunció el ceño y retrocedió. La superficie del agua comenzó a moverse en diversas direcciones como si lo que estuviera atrapado allí adentro quisiera salir, pero ¿Era hora?
Estaba preocupado, aunque su rostro solo se endureció. Uno de sus trabajos actuales era mantener dentro aquello, y no dejarlo salir hasta que estuviera en su mejor estado, pero parecía que ya era muy tarde para contenerlo. Tal vez habían hecho mal las predicciones así que solo retrocedió más dándole espacio.
Los movimientos del estanque se debilitaron hasta que el agua quedó imperturbable. De pronto, desde el centro, una sombra se fue proyectando acercándose hacia la superficie desde las profundidades. Su avance era constante y poco a poco fue emergiendo. Primero la cabeza cubierta de negro cabello, después el rostro joven, el torso delgado, pero con ligeros músculos, la estrecha cintura, las atractivas caderas pequeñas pero que resaltaban en su anatomía, las torneadas piernas y por último, los pies que se acercaron al borde y se detuvo completamente fuera del estanque.
La figura masculina alzó el rostro enmarcado por el empapado y largo cabello que contrastaban con sus orbes plateados totalmente vacíos. Litus solo pudo tragar en seco. Era una imagen embriagadora y a la vez imponente. A pesar de ser un alfa con más de 400 años sus rodillas instaban a doblarse y mostrar temido respeto, pero no lo hizo, tampoco era como que aquella figura se lo impusiera.
El lobo desenrolló la enorme y gruesa capa que llevaba en sus brazos y la extendió. Dio unos pasos hacia el joven lobo delante de él y cubrió hasta los pies con esta amarrándola enfrente. Aún no podía creer que sus ojos lo tuvieran delante, con ese aspecto. La última vez que lo había visto apenas le llegaba a la cintura, ahora, era solo una cabeza por debajo de él.
-Abrígate, acabas de despertar y tu cuerpo necesita recuperarse-
El joven giró el rostro hacia él y esbozó una leve sonrisa, falsa que al menos rompía la fría expresión en su hermoso rostro. Litus no se molestó porque este fingiera, tenía sus razones muy claras como para no poderla hacer de verdad.
-Por favor, por aquí- le señaló el camino, aunque el lobo más joven terminó caminando suave a su lado adaptándose otra vez a mover sus piernas después de 10 años congelado.
Su cuerpo se sentía brutalmente transformado en todos los sentidos. Sus dedos entumecidos sin poderlos mover. Su espalda tiesa haciéndole difícil caminar, pero aun así no se detuvo. El viento frío y violento goleó su rostro cerrando sus ojos. El alfa se puso frente cortando la corriente de aire y él los pudo abrir los ojos, de nuevo, la nieve había salpicado sus rojos labios y oscuras pestañas.
-¿A dónde desea ir?- le preguntó el lobo haciéndole señas con la mano a los canes detrás de él que se iban acomodando para iniciar el viaje.
-A casa- fue lo único que salió de sus labios.
Lukyan estaba parado junto a su esposo mientras escuchaba el dramático discurso que daba un lobo delante de ellos y parte de la manada en el salón central de la mansión. Era un lobo joven y sus lágrimas desacreditaban su aspecto varonil. Estaba arrodillado en el suelo y rogaba por ser recogido por el alfa Dante alegando a lo benévolo que era. Pero el lobo a su lado a pesar de no mostrar desagrado tenía los labios apretados.
Los dedos de él se enredaron con disimulo con los de Dante y le hizo un leve movimiento de negación con la cabeza. Su sexto sentido le decía que algo no encajaba en su historia demasiado perfecta. Supuestamente había sido expulsado de la manada de Crystal donde regía Asule, el más viejo de todos ellos y aunque era sabido que era sumamente estricto no se conocía ningún caso de violencia como alegaba el lobo. Incluso era de todas las manadas la que mejor estaba ubicada en tierras de cultivo y caza por lo que los recursos eran abundantes. Y esto era un hecho sabido por todos por lo que los espectadores estaban mirando confusos como su alfa iba a actual, tal vez decía la verdad, pero nadie podía decir nada con exactitud.
Dante apretó la frente, podía oler el nerviosismo viniendo del lobo, pero no sabía exactamente por qué. También había otra fragancia, una extraña y que no podía identificar ocultando el verdadero olor del intruso.
-Por favor alfa respóndame, quiero saber que voy a hacer en mi futuro- el lobo se arrastró más cerca de él, pero se detuvo al escuchar un gruñido por parte de Dimitri que estaba a un lado de su hermano, Falco, su beta se mantenía del otro lado de Lukyan sin perderle movimiento.
-Debemos averiguar bien tu posición. No estoy negando que puedas ingresar a la manada, cualquiera puede formar parte de la familia, pero no puedo hacerlo simplemente porque dices de Asule está siendo cruel. Sabes que acusar a un alfa sin pruebas está en contra de la ley lobuna- su tono era autoritario.
-Lo se alfa, lo sé muy bien, por eso- una sonrisa salió de los labios del lobo que escondía su rostro entre el cabello para moverse rápido después- por eso es que no me importa hacer eso- el lobo se lanzó rápidamente contra Dante sacando un cuchillo tan afilado que hasta él mismo se hirió y arremetió sin miedo.
Dimitri reaccionó como siempre rápido y se interpuso entre su hermano y el agresor. Dante había lanzado a Lukyan detrás de él y todos comenzaron a gruñir cuando el atacante se detuvo en la mitad del camino y cayó en el suelo dando un fuerte gritó apretándose la cabeza.
-¿Qué es esto?- sentía que su cabeza quería colapsar –AHHHHHH- sal de mi cabezaaaaaaa- se contorsionaba en el suelo hasta que con un último grito se quedó con los ojos en blanco y tieso. Su respiración era leve pero estable. Había quedado en shock.
Dimitri se acercó y se arrodilló, pero algo le hizo girar su rostro al escuchar una aguda voz.
-No te preocupes, no está muerto, solo lo puse a dormir-
Todas las miradas se giraron hacia al joven menudo que caminaba entre ellos después de entrar por la puerta sin que nadie se diera cuenta. Cubierto por una gruesa capa solo dejaba visible su cabeza y el larguísimo cabello negro. Se detuvo al lado del cuerpo sonriéndole con la misma sonrisa que le había dado a aquel alfa, lo que esta vez a su tío.
Lukyan salió de detrás de Dante y caminó hacia él, su rostro estaba desfigurado de la impresión.
-¿Aidan?-
-He vuelto a casa Ma-
Últimos capítulos
#95 95
Última actualización: 12/28/2024#94 94
Última actualización: 12/28/2024#93 93
Última actualización: 12/28/2024#92 92
Última actualización: 12/28/2024#91 91
Última actualización: 12/28/2024#90 90
Última actualización: 12/28/2024#89 89
Última actualización: 12/28/2024#88 88
Última actualización: 12/28/2024#87 87
Última actualización: 12/28/2024#86 86
Última actualización: 12/28/2024
Te podría gustar 😍
Perfecto Bastardo
—Dime que no te acostaste con él, maldita sea —exigió entre dientes apretados.
—¡Vete al diablo, hijo de puta! —le respondí, intentando liberarme.
—¡Dilo! —gruñó, usando una mano para sujetar mi barbilla.
—¿Crees que soy una zorra?
—¿Entonces es un no?
—¡Vete al infierno!
—Bien. Eso es todo lo que necesitaba escuchar —dijo, levantando mi top negro con una mano, exponiendo mis pechos y enviando una oleada de adrenalina a través de mi cuerpo.
—¿Qué demonios estás haciendo? —jadeé mientras él miraba mis pechos con una sonrisa satisfecha.
Pasó un dedo sobre una de las marcas que había dejado justo debajo de uno de mis pezones.
¿El bastardo estaba admirando las marcas que me había dejado?
—Envuélveme con tus piernas —ordenó.
Se inclinó lo suficiente como para tomar mi pecho en su boca, chupando con fuerza un pezón. Me mordí el labio inferior para ahogar un gemido mientras él mordía, haciéndome arquear el pecho hacia él.
—Voy a soltar tus manos; no te atrevas a intentar detenerme.
Bastardo, arrogante y completamente irresistible, el tipo exacto de hombre con el que Ellie juró que nunca volvería a involucrarse. Pero cuando el hermano de su amiga regresa a la ciudad, se encuentra peligrosamente cerca de sucumbir a sus deseos más salvajes.
Ella es irritante, inteligente, sexy, completamente loca, y también está volviendo loco a Ethan Morgan.
Lo que comenzó como un simple juego ahora lo atormenta. No puede sacarla de su cabeza, pero nunca permitirá que nadie entre en su corazón de nuevo.
Incluso cuando ambos luchan con todas sus fuerzas contra esta ardiente atracción, ¿podrán resistirse?
Intocable (Colección de la Serie Avatar a la Luz de la Luna)
Su gran mano me agarró violentamente por la garganta, levantándome del suelo sin esfuerzo. Sus dedos temblaban con cada apretón, estrechando las vías respiratorias vitales para mi vida.
Tosí y me ahogué mientras su ira me quemaba los poros y me incineraba interiormente. El odio que Nerón siente por mí es fuerte, y sabía que no había forma de salir vivo de esto.
«¡Como si fuera a creerle a un asesino!» La voz de Nerón suena aguda en mis oídos.
«Yo, Neron Malachi Prince, el Alfa de la manada Zircon Moon, te rechazo, Halima Zira Lane, por ser mi compañera y Luna.» Me tiró al suelo como a un pedazo de basura, dejándome sin aliento. Luego agarró algo del suelo, me dio la vuelta y me acuchilló.
Me cortó la marca de mi manada. Con un cuchillo.
«Y por la presente te sentencio a muerte».
Una joven mujer lobo, abandonada por su propia manada, acalla su aullido ante el peso aplastante y la voluntad de los lobos que quieren verla sufrir. Tras ser acusada falsamente de asesinar a Halima dentro de la manada de Zircon Moon, su vida se derrumba entre las cenizas de la esclavitud, la crueldad y el abuso. Solo cuando encuentre la verdadera fuerza de un lobo en su interior podrá escapar de los horrores de su pasado y seguir adelante...
Tras años de lucha y curación, Halima, la superviviente, vuelve a enfrentarse a la antigua manada que la marcó la muerte. Busca una alianza entre sus antiguos captores y la familia que ha encontrado en la manada Garnet Moon. La idea de fomentar la paz donde hay veneno es poco prometedora para la mujer que ahora se conoce como Kiya. A medida que el creciente estruendo de resentimiento comienza a abrumarla, Kiya se encuentra con una sola opción. Para que sus heridas supurantes sanen de verdad, debe enfrentarse a su pasado antes de que devore a Kiya como lo hizo con Halima. En las sombras que crecen, el camino hacia el perdón parece ir y venir. Al fin y al cabo, no se puede negar el poder de la luna llena, y para Kiya quizás la llamada de la oscuridad resulte igual de inflexible...
Este libro es adecuado para lectores adultos, ya que el tema aborda temas delicados, como los pensamientos o acciones suicidas, el abuso y los traumas que pueden provocar reacciones graves. Por favor, tenga en cuenta.
————UntouchableLibro 1 de la serie The Moonlight Avatar
TENGA EN CUENTA: Esta es una colección de series para la serie The Moonlight Avatar de Marii Solaria. Esto incluye Untouchale y Unhinged, e incluirá el resto de la serie en el futuro. Hay libros separados de la serie disponibles en la página del autor.:)
Persiguiendo a Su Luna Sin Lobo de Vuelta
Avanzó hacia mí, golpeándome con fuerza contra la pared, encerrándome con su cuerpo.
—Por favor, para, Sebastián —supliqué, pero él continuó sin piedad.
—Ni siquiera eras buena en eso. Cada vez que estaba dentro de ti, me imaginaba a Aurora. Cada vez que terminaba, era su rostro el que veía. No eras nada especial, solo fácil. Te usé como la zorra inútil sin lobo que eres.
Cerré los ojos, lágrimas calientes rodaron por mis mejillas. Me dejé caer, rompiéndome por completo.
Como la hija no deseada sin lobo de la familia Sterling, Thea ha pasado toda su vida siendo tratada como una extraña. Cuando un accidente la obliga a casarse con Sebastián Ashworth, el Alfa del clan más poderoso de Moon Bay, ella tontamente cree que el amor y la dedicación podrían ser suficientes para superar su "defecto".
Siete años después, su matrimonio termina en divorcio, dejando a Thea solo con su hijo Leo y un puesto de maestra en una escuela de territorio neutral. Justo cuando comienza a reconstruir su vida, el asesinato de su padre la devuelve al mundo del que intentó escapar. Ahora debe lidiar con el romance reavivado de su exmarido con su perfecta hermana Aurora, ataques misteriosos que la tienen como objetivo, y una atracción inesperada hacia Kane, un policía con sus propios secretos.
Pero cuando una wolfsbane experimental amenaza a ambos clanes y pone en peligro a todos los que ama, Thea se encuentra atrapada entre proteger a su hijo y confrontar un pasado que nunca entendió completamente. Ser sin lobo una vez la hizo una marginada —¿podría ahora ser la clave para su supervivencia? Y mientras Sebastián muestra un lado protector desconocido, Thea debe decidir: ¿debería confiar en el hombre que una vez la rechazó, o arriesgarlo todo abriendo su corazón a alguien nuevo?
Luna de ojos esmeralda
Soy su Luna sin lobo
Ethan también emitía profundos rugidos en mi oído.
—Maldita sea... voy a correrme...!!!
Su impacto se volvió más intenso y nuestros cuerpos seguían haciendo sonidos de golpes.
—¡Por favor!! ¡Ethan!!
Como la guerrera más fuerte de mi manada, fui traicionada por aquellos en quienes más confiaba, mi hermana y mi mejor amiga. Fui drogada, violada y desterrada de mi familia y mi manada. Perdí a mi loba, mi honor y me convertí en una paria—cargando un hijo que nunca pedí.
Seis años de supervivencia ganada con esfuerzo me convirtieron en una luchadora profesional, impulsada por la rabia y el dolor. Llega una convocatoria del formidable heredero Alfa, Ethan, pidiéndome que regrese como instructora de combate sin loba para la misma manada que una vez me desterró.
Pensé que podría ignorar sus susurros y miradas, pero cuando veo los ojos verde esmeralda de Ethan—los mismos que los de mi hijo—mi mundo se tambalea.
Regla número 1 - Sin Compañeros
«Déjame ir», lloriqueo, mi cuerpo tiembla de necesidad. «No quiero que me toques».
Me caigo sobre la cama y luego me doy la vuelta para mirarlo fijamente. Los tatuajes oscuros de los hombros cincelados de Domonic se estremecen y se expanden con el movimiento de su pecho. Su profunda sonrisa llena de arrogancia se extiende detrás de sí mismo para cerrar la puerta.
Mordiéndose el labio, se dirige hacia mí, con la mano pegada a la costura de sus pantalones y a la protuberancia que hay allí.
«¿Estás seguro de que no quieres que te toque?» Susurra, desatando el nudo y metiendo una mano dentro. «Porque juro por Dios que eso es todo lo que quería hacer. Todos los días, desde el momento en que entraste en nuestro bar, percibí tu sabor perfecto desde el otro lado de la habitación».
Draven, nuevo en el mundo de las palancas de cambio, es un humano que huye. Una chica hermosa a la que nadie podría proteger. Domonic es el frío alfa de la manada de lobos rojos. Una hermandad de doce lobos que viven según doce reglas. Reglas que juraron que NUNCA podrían romperse.
Especialmente, regla número uno: No hay amigos
Cuando Draven conoce a Domonic, sabe que ella es su compañera, pero Draven no tiene ni idea de lo que es una pareja, solo que se ha enamorado de un cambiaformas. Un alfa que le romperá el corazón al hacer que se vaya. Prometiéndose a sí misma que nunca lo perdonará, desaparece.
Pero no sabe nada del bebé que está embarazada ni de que, desde el momento en que se fue, Domonic decidió que las reglas estaban hechas para romperlas, ¿y ahora volverá a encontrarla? ¿Lo perdonará?
SU PAREJA DE SEGUNDA OPORTUNIDAD RECHAZADA
—¡¿Qué demonios, Zara?!— Levi chocó conmigo y gruñó detrás de mí.
—Lo siento— murmuré, con los ojos muy abiertos.
—¿Es él?— Levi me preguntó por el vínculo mental, y asentí con la cabeza.
—Zara— dijo mi padre—. Entiendo que conoces al Alfa Noah.
Asentí lentamente con la cabeza.
—Genial— dijo mi padre—. El Alfa Noah también me ha informado que eres su compañera destinada.
Asentí en respuesta.
—Estupendo, el Alfa Noah ha solicitado tu mano.
—¿En serio?— encontré mi voz.
Tanto mi padre como el Alfa Noah asintieron.
—Interesante— dije—. ¿Te dijo el Alfa Noah que me rechazó hace más de un año?
La sonrisa de mi padre vaciló mientras el rostro del Alfa Noah se tornaba pálido.
¿Realmente creía el Alfa Noah que obedecería ciegamente una orden de mi padre sin luchar?
Zara es una loba plateada descendiente de una de las manadas más poderosas del continente.
Un año después de que él la rechazara, su compañero destinado vuelve a tocar su puerta para decirle que ha regresado para reclamarla.
Zara rechaza su propuesta, y él va a escondidas y le pide su mano a su padre. El viejo Alfa acepta el arreglo.
Zara está descontenta y decide manejar las cosas por su cuenta. Informa a su padre que ha tomado un compañero elegido, su Beta y su mejor amigo, Levi—solo que él tiene un secreto.
¿Qué pasará cuando el segundo compañero destinado de Zara asista a su ceremonia de apareamiento con Levi?
¿Detendrá el evento y la reclamará como su compañera?
Una historia sobre dos corazones rotos que se encuentran y se ven atrapados en una red de mentiras y profecías.
¿Encontrará Zara la felicidad que tanto merece?
Reclamada por los Mejores Amigos de mi Hermano
La Compañera Humana del Rey Alfa
«Te he esperado nueve años. Ha pasado casi una década desde que sentí este vacío dentro de mí. Una parte de mí empezó a preguntarse si no existías o si ya habías muerto. Y luego te encontré, justo dentro de mi propia casa».
Usó una de sus manos para acariciarme la mejilla y sentí un hormigueo por todas partes.
«He pasado suficiente tiempo sin ti y no permitiré que nada más nos separe. Ni a otros lobos, ni a mi padre borracho, que apenas se ha mantenido firme en los últimos veinte años, ni a tu familia, ni siquiera a ti».
Clark Bellevue ha pasado toda su vida siendo la única humana de la manada de lobos, literalmente. Hace dieciocho años, Clark fue el resultado accidental de un breve romance entre uno de los alfas más poderosos del mundo y una mujer humana. A pesar de vivir con su padre y sus hermanastros hombres lobo, Clark nunca ha sentido que realmente perteneciera al mundo de los hombres lobo. Pero justo cuando Clark planea dejar el mundo de los hombres lobo para siempre, su vida se pone patas arriba por culpa de su compañero: el próximo rey alfa, Griffin Bardot. Griffin lleva años esperando la oportunidad de conocer a su pareja, y no va a dejar que se vaya pronto. No importa lo lejos que Clark intente huir de su destino o de su pareja: Griffin tiene la intención de quedarse con ella, sin importar lo que tenga que hacer o quién se interponga en su camino.
El Embarazo Secreto de la Ex-Esposa del Millonario
El día que recibí los resultados de la prueba de embarazo, Sean pidió el divorcio.
—Vamos a divorciarnos. Christina ha vuelto.
—Sé que estás enfadada —murmuró—. Déjame compensártelo.
Sus manos encontraron mi cintura, cálidas e inflexibles, deslizándose por la curva de mi espalda hasta agarrar mi trasero.
Lo empujé contra su pecho, sin mucha convicción, mientras mi determinación se desmoronaba y él me presionaba de nuevo sobre la cama.
—Eres un imbécil —susurré, incluso mientras lo sentía acercarse más, la punta de él rozando mi entrada.
Entonces el teléfono sonó—agudo, insistente—sacándonos del trance.
Era Christina.
Así que desaparecí, llevando un secreto que esperaba que mi esposo nunca descubriera.
Un manada propia
—No puede ser —dijo Elena, mirando a su abuela con incredulidad—. ¿Cómo es posible?
—Siempre lo supe, querida —respondió su abuela con una sonrisa—. Eres especial, y ahora es el momento de que aprendas a controlar tu poder.
Con la ayuda de su mejor amigo, Lucas, y su abuela, Elena comenzó a explorar sus habilidades. Pasaron horas entrenando en el bosque, lejos de las miradas curiosas de los demás.
—Intenta concentrarte, Elena —dijo Lucas, observándola con atención—. Puedes hacerlo.
Elena cerró los ojos y respiró profundamente. Sentía la energía fluir a través de su cuerpo, como un río desbordante. Poco a poco, aprendió a canalizar esa energía y a usarla a su favor.
Un día, mientras practicaban, Elena sintió una presencia extraña. Abrió los ojos y vio a un joven observándola desde la distancia. Sus miradas se cruzaron y sintió una conexión instantánea.
—¿Quién es él? —preguntó Elena, sin apartar la vista del desconocido.
—Es tu compañero destinado —respondió su abuela con una sonrisa—. Juntos, formarán su propia manada.
Elena no podía creer lo que estaba escuchando. Pero a medida que pasaban los días, se dio cuenta de que su abuela tenía razón. Con su nuevo compañero a su lado, se sentía más fuerte y segura que nunca.
Juntos, Elena y su compañero comenzaron a reunir a otros híbridos y lobos solitarios, formando una manada unida y poderosa. A pesar de los desafíos y las dificultades, Elena finalmente encontró su lugar en el mundo, rodeada de aquellos que la amaban y la apoyaban.
Hilos del Destino
Tengo magia, tal como mostraron las pruebas, pero nunca se ha alineado con ninguna especie mágica conocida.
No puedo respirar fuego como un Cambiante dragón, ni lanzar maldiciones a las personas que me molestan como las Brujas. No puedo hacer pociones como una Alquimista ni seducir a la gente como una Súcubo. No quiero parecer desagradecida con el poder que tengo; es interesante y todo eso, pero realmente no tiene mucho impacto y, la mayor parte del tiempo, es prácticamente inútil. Mi habilidad mágica especial es la capacidad de ver hilos del destino.
La mayor parte de la vida es lo suficientemente molesta para mí, y lo que nunca se me ocurrió es que mi pareja es un grosero y pomposo incordio. Es un Alfa y el hermano gemelo de mi amigo.
“¿Qué estás haciendo? ¡Este es mi hogar, no puedes entrar así!” Intento mantener mi voz firme, pero cuando se da la vuelta y me fija con sus ojos dorados, me echo atrás. La mirada que me lanza es imperiosa y automáticamente bajo los ojos al suelo, como es mi costumbre. Luego me obligo a mirar de nuevo hacia arriba. Él no se da cuenta de que lo estoy mirando porque ya ha desviado la mirada de mí. Está siendo grosero, me niego a mostrar que me está asustando, aunque definitivamente lo está haciendo. Echa un vistazo alrededor y, al darse cuenta de que el único lugar donde sentarse es la pequeña mesa con sus dos sillas, señala hacia ella.
“Siéntate.” me ordena. Lo miro con desprecio. ¿Quién se cree para darme órdenes así? ¿Cómo puede alguien tan obnoxioso ser mi alma gemela? Tal vez todavía estoy dormida. Me pellizco el brazo y mis ojos se humedecen un poco por el escozor del dolor.