NovelaGO
Una semana para el amor

Una semana para el amor

Evelyn Zap · Completado · 294.1k Palabras

606
Tendencia
32.4k
Vistas
1.1k
Agregado
Agregar a estante
Comenzar a leer
Compartir:facebooktwitterpinterestwhatsappreddit

Introducción

Lorey es una hermosa y brillante mujer de 32 años y quien creyó casarse con el amor de su vida. Sin embargo, aquel matrimonio solo se convirtió en su cárcel de discusiones, reclamos y decepciones por parte de su esposo. Cuando Lorey decide divorciarse y pasar una temporada en Italia, nunca imaginó que, recién, podría llegar a encontrar su verdadero amor, Vicenzo.
Vicenzo (quien realmente se llamaba Leo) vive su propio tormento en su casa después de haber contraído matrimonio, hace 19 años, con Norka, una mujer que aceptó casarse con él por interés, pero quien mantiene una relación clandestina con uno de los mejores amigos de su esposo.
¿Cómo podría cruzarse las vidas de dos personas atormentadas como Lorey y Leo (por quienes consideraron al amor de sus vidas) en el momento exacto y en el lugar preciso?
Descúbrelo en…
Una semana para el amor...

Capítulo 1


                  • Lorey * * * * * * * * *

Me paro frente a mi espejo y termino de colocarme el par de pendientes que había elegido para esta ocasión especial.

—Tres años —susurro frente a mi espejo mientras me sonrío.

Hoy cumplía tres años de matrimonio con Jake. Tres años que, si bien no han sido de ensueño, los hemos sabido sobrellevar.

—¡Dios! —exclamo en un susurro al llevar ambas manos a mi cuello— La cadena; me falta la cadena —digo al darme cuenta de que aún no me la había puesto; así que me dirijo a mi armario y saco la caja que tenía el regalo que Jake me había dado durante nuestra luna de miel.

—Aquí estás —le hablo a la joya al sacarla de su empaque y, de manera inmediata, regreso al espejo para ponérmela como debería—. Veamos… —susurro al tiempo en que me la voy colocando—. ¿Cómo era esto? —me pregunto al tener dificultades para ponerle su seguro— Creo que…. —alargo— ¡ou! ¡sí! —exclamo sonriente—. Así era —menciono cuando he acabado.

—Bueno —suspiro—, ahora sí, Lorey —le hablo a mi reflejo—, ya estás lista —sentencio al repasar mi imagen en el espejo.

Me veía sumamente sexi con el vestido que había decidido comprar con la ayuda de mi amiga. Me gustaba cómo me quedaba la prenda; me gustaba el peinado, el maquillaje suave y, sobre todo, amaba los preciosos stilettos que había logrado encontrar, ya que parecían ser hechos, exclusivamente, para ser usados con el vestido que llevaba puesto.

—Fantástico —susurro para mí, verdaderamente asombrada por el resultado.

Sigo concentrada observándome hasta que el sonido de mi alarma me recuerda que ya eran las 7 de la noche y eso solo significaba una cosa: Jake ya estaba por llegar en cualquier momento. Así que, con el tiempo preciso, salgo de mi habitación y camino rumbo a la sala.

Al llegar a esta, voy de inmediato hacia la mesa, la cual había decorado con esmero para esta noche tan especial. Cuando llego a ella, lo primero que hago es tomar el encendedor que había sobre esta para encender las velas de centro; así como el resto de velas que decoraban toda nuestra sala.

Cuando termino con aquella tarea, tomo la cesta de pétalos de rosas rojas y rocío un poco más de ellas en el camino que conduce a las escaleras rumbo a nuestro segundo piso (lugar en el que se encontraba nuestro dormitorio.

Luego de ello, regreso el cesto a su lugar y tomo el control de nuestro equipo de sonido para encenderlo y empezar a reproducir nuestra canción de bodas:

Ya con todo listo, solo me dedico a esperar a que Jake llegue a casa pronto para empezar con nuestra celebración.

—Siete y veinte —murmuro al ver mi reloj de pulsera al tiempo en que sigo de pie frente a la puerta—. Ya debe estar por llegar —susurro al comenzar a caminar tranquilamente de un lado a otro.

Luego de unos minutos, vuelvo a ver mi reloj.

—Siete y cuarenta —siseo al ver que no había llegado; así que, instintivamente, camino hacia la ventana y muevo un poco la cortina para observar hacia afuera.

«Tal vez, hoy también se retrasó en el trabajo», pienso al exhalar pesadamente

«Pero… ¿Y si le ha pasado algo?», me pregunto en silencio un tanto preocupada.

—No, no, no —me respondo rápidamente—. No seas tonta, Lorey —me reprendo—. Tal vez, solo se ha quedado varado en el tráfico y su celular ha de estar sin batería —formulo—. Por eso no llega aún —señalo—; además, no es la primera vez que le pasa —determino algo desanimada al tiempo en que dejo de mirar por la ventana y, sin intención, dirijo mi mirada al teléfono de la sala.

—Pero…, tal vez, lo mejor sea llamar a Charles —sentencio; y, de inmediato, voy hacia aquel y marco al número de celular de su mejor amigo, pero no me contesta; así que decido intentar con el de su casa.

—Diga —me responde alguien y puedo reconocer su voz en un dos por tres.

—Valerie, buena noche —la saludo—. Soy yo; Lorey.

—¡Ah! ¡Hola, Lorey! —saluda animada—. Dime, ¿qué pasó? ¿estás bien?

—Sí, sí; yo estoy bien —le contesto tranquila.

—Que bueno escuchar eso —responde sincera—. Entonces dime en qué puedo ayudarte.

—Ah… Valerie, yo quería saber si Charles ya había llegado a casa.

—Sí, sí; él ya está aquí —contesta amablemente—. ¿Quieres hablar con él? ¿Te lo paso? —pregunta.

—No, no es necesario —respondo—. Lo que quería preguntarle es si él sabía algo de Jake —le preciso apenada—. Aún no ha llegado a casa y hoy teníamos algo importante que hacer—le comento.

—Haber, dame un momento, Lorey —me pide; y la línea se queda en silencio por unos largos segundos hasta que…

—¿Lorey? ¿Sigues así? —escucho repentinamente; y me doy cuenta de que ahora es Charles quien tomaba mi llamada.

—Sí, sí, aquí estoy —me apresuro en responder.

—Soy Charles…

—Sí, lo sé —lo interrumpo

—Sí, claro —lo escucho bufar—. Bueno, ¿qué pasó? —indaga agreste; y escucharlo usar aquel tono de voz me recordaba, una vez más, de que yo era una de las personas menos favoritas de aquel y hasta seguía sin entender por qué—. ¿Lorey?

—Sí, sí, aquí estoy…

—Lorey, estoy a punto de cenar con mi familia —informa un tanto molesto—. Dime qué quieres saber —añade impaciente.

—Sí, yo… lo lamento, Charles…

—Solo dime, Lorey —interrumpe con cansancio.

—Sí, sí, perdón —respondo rápidamente—. Yo quería preguntarte si sabías algo de Jake —articulo—. No sé…, si tal vez iba a demorar un poco hoy…

—¿Un poco? —repite aquel con cierto grado de diversión—. Pues te voy adelantando que hoy llegará muy tarde —precisa.

—¿Por qué? ¿Pasó algo malo en el trabajo? —interrogo preocupada.

—No, no, nada de eso —afirma.

—¿Entonces? —siseo sin ser consciente.

—Entonces…, sucede que Jake trabaja mucho, Lorey —menciona—. Deberías dejar de estarlo controlando —añade, de pronto, con cierta molestia.

—¿Qué? —siseo— No… no es por controlarlo, Charles —le explico.

—Es lo que estás haciendo, Lorey —replica—. Deja de hostigar a mi amigo —me pide—. Él solo…

—No, Charles —lo interrumpo—. Estás confundiendo las cosas. Yo solo quería saber si hoy llegaría tarde porque…

—El motivo es lo de menos, Lorey —rebate—. Deja de hostigar a Jake —manifiesta con voz firme otra vez— o se va a cansar…

—Charles, no —objeto rápidamente y un tanto preocupada—. Esa no fue mi intención…

—Yo ya te lo advertí —añade al interrumpirme nuevamente.

—No, Charles —me apresuro en responder—. No es así, yo…

—Adiós, Lorey —se despide; y después, solo oigo cómo (sin esperar respuesta alguna de mi parte) da por terminada la llamada, ya que puedo empezar a escuchar el pitido del teléfono. Al oír ello, solo me limito a cerrar mis ojos para después soltar una pesada respiración.

Discutir con Charles era lo mismo que discutir con Jake, ya que este siempre le decía todo lo que veía o decían de mí a mi esposo; además de pasarle sus propias quejas y, por alguna razón, Jake siempre terminaba por creerle a su amigo. Así que, si ahora Charles le decía algo sobre esta llamada, lo más probable era que Jake y yo tuviésemos otra discusión más que nos llevaría a dejar de hablarnos, por lo menos, una semana.

—Dios —murmuro de pronto al abrir mis ojos y alejar el teléfono de mi oído para colocarlo en su lugar correspondiente—. Solo espero que esta vez no se lo diga —deseo en voz alta.

—Bueno… —inhalo y exhalo lentamente—, creo que solo es cuestión de esperar —preciso; y decido ir a sentarme en el cómodo sofá de la sala para esperar al hombre del cual seguía enamorada.

Teníamos tropiezos; muchos tropiezos (demasiados en sí), pero, a pesar de ello, tenía que intentarlo. No podía tirar por la borda más de 15 años de relación.

—Solo una vez más —articulo al tiempo en que me voy acostando sobre el sofá para esperar a mi marido—. Solo una vez más —repito; y después, solo me dedico a escuchar la hermosa canción de Faith Hill que sonaba en mi estéreo: Like we never loved at all.

Últimos capítulos

Te podría gustar 😍

Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano

Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano

2.1m Vistas · En curso · Oguike Queeneth
—Estás tan mojada. —Me mordió la piel y me levantó para hundirme en su longitud.

—Vas a tomar cada pulgada de mí. —Susurró mientras empujaba hacia arriba.

—Joder, te sientes tan jodidamente bien. ¿Es esto lo que querías, mi polla dentro de ti? —Preguntó, sabiendo que lo había estado tentando desde el principio.

—S..sí —jadeé.


Brianna Fletcher había estado huyendo de hombres peligrosos toda su vida, pero cuando tuvo la oportunidad de quedarse con su hermano mayor después de graduarse, allí conoció al más peligroso de todos. El mejor amigo de su hermano, un Don de la mafia. Él irradiaba peligro, pero ella no podía mantenerse alejada.

Él sabe que la hermanita de su mejor amigo está fuera de límites y, sin embargo, no podía dejar de pensar en ella.

¿Podrán romper todas las reglas y encontrar consuelo en los brazos del otro?
Mi Luna Marcada

Mi Luna Marcada

747.9k Vistas · Completado · Sunshine Princess
—¿Vas a seguir desobedeciéndome? —pregunta, su mirada fría y dura.
—Sí.
Exhala, levanta su mano y la baja para abofetear mi trasero desnudo de nuevo... más fuerte que antes. Gimo por el impacto. Duele, pero es tan excitante y sexy.
—¿Lo harás de nuevo?
—No.
—¿No, qué?
—No, Señor.
—Buena chica —acerca sus labios para besar mi trasero mientras lo acaricia suavemente—.
—Ahora, voy a follarte —me sienta en su regazo en una posición de monta. Nos miramos a los ojos. Sus largos dedos encuentran el camino hacia mi entrada e insertan sus dedos.
—Estás empapada por mí, nena —dice complacido. Mueve sus dedos dentro y fuera, haciéndome gemir de placer.
—Hmm —pero de repente, se van. Lloro mientras deja mi cuerpo ansiando por él. Cambia nuestra posición en un segundo, así que estoy debajo de él. Mi respiración es superficial y mis sentidos incoherentes mientras anticipo su dureza en mí. La sensación es fantástica.
—Por favor —suplico. Lo quiero. Lo necesito tanto.
—Entonces, ¿cómo te gustaría venirte, nena? —susurra.
¡Oh, diosa!


La vida de Apphia es dura, desde ser maltratada por los miembros de su manada hasta que su compañero la rechaza brutalmente. Está sola. Golpeada en una noche difícil, conoce a su segunda oportunidad de compañero, el poderoso y peligroso Alfa Lycan, y vaya que le espera la aventura de su vida. Sin embargo, todo se complica cuando descubre que no es una loba común. Atormentada por la amenaza a su vida, Apphia no tiene otra opción que enfrentar sus miedos. ¿Podrá Apphia derrotar la iniquidad que amenaza su vida y finalmente ser feliz con su compañero? Sigue para más.
Advertencia: Contenido maduro.
El Deseo Prohibido del Rey Licántropo

El Deseo Prohibido del Rey Licántropo

1.1m Vistas · En curso · Esther Olabamidele
—Mátala y quema su cuerpo.

Esas palabras salieron cruelmente de la lengua de mi destinado—MI COMPAÑERO.

Él robó mi inocencia, me rechazó, me apuñaló y ordenó que me mataran en nuestra noche de bodas. Perdí a mi loba, dejada en un reino cruel para soportar el dolor sola...

Pero mi vida dio un giro esa noche—un giro que me arrastró al peor infierno posible.

Un momento, era la heredera de mi manada, y al siguiente—era una esclava del despiadado Rey Lycan, que estaba al borde de perder la cordura...

Frío.

Mortal.

Implacable.

Su presencia era el infierno mismo.

Su nombre un susurro de terror.

Juró que yo era suya, deseada por su bestia; para satisfacerlo incluso si me rompe

Ahora, atrapada en su mundo dominante, debo sobrevivir a las oscuras garras del Rey que me tenía bajo su control.

Sin embargo, dentro de esta oscura realidad, yace un destino primitivo....
De Mejor Amigo a Prometido

De Mejor Amigo a Prometido

695.4k Vistas · En curso · Page Hunter
Savannah Hart pensó que había superado a Dean Archer —hasta que su hermana, Chloe, anunció que se casaba con él. El mismo hombre que Savannah nunca dejó de amar. El hombre que la dejó con el corazón roto… y que ahora pertenece a su hermana.

Una semana de boda en New Hope. Una mansión llena de invitados. Y una dama de honor muy resentida.

Para sobrevivir, Savannah lleva una cita —su encantador y pulcro mejor amigo, Roman Blackwood. El único hombre que siempre la ha apoyado. Le debe un favor, y fingir ser su prometido? Fácil.

Hasta que los besos falsos empiezan a sentirse reales.

Ahora Savannah está dividida entre mantener la farsa… o arriesgarlo todo por el único hombre del que nunca debió enamorarse.
Dura en Disfraz

Dura en Disfraz

1.5m Vistas · Completado · Sherry
—Todos fuera—ordené entre dientes—. Ahora.

—Jade, necesito revisar tu—comenzó la enfermera.

—¡FUERA!—gruñí con tanta fuerza que ambas mujeres retrocedieron hacia la puerta.

Una vez temida por la Organización Sombra que me drogó para replicar mis habilidades en una versión más controlable, había escapado de mis ataduras y detonado toda su instalación, lista para morir junto a mis captores.

En cambio, desperté en la enfermería de una escuela con mujeres discutiendo a mi alrededor, sus voces perforando mi cráneo. Mi estallido las congeló de shock—claramente no esperaban tal reacción. Una mujer amenazó mientras se iba—Discutiremos esta actitud cuando llegues a casa.

La amarga verdad es que he renacido en el cuerpo de una chica de secundaria con sobrepeso, débil y supuestamente tonta. Su vida está llena de acosadores y verdugos que han hecho su existencia miserable.

Pero no tienen idea de con quién están tratando ahora.

No sobreviví como la asesina más letal del mundo permitiendo que alguien me pisoteara. Y ciertamente no voy a empezar ahora.
Yo y Mi Esposo Multimillonario

Yo y Mi Esposo Multimillonario

580.6k Vistas · Completado · Jady-J
Aurora, una vez conocida como la mejor asesina, renace en la familia Pendleton como la hija menos favorecida y más ridiculizada. ¿Sobrepeso? No hay problema, ¡nunca es tarde para perder peso! ¿Débil e impotente? No te preocupes, ¡nunca es tarde para levantarse! ¿Tímida y fácilmente acosada? No importa, ¡ahora es el momento de transformarse en una reina astuta!
Después de lidiar con hombres indignos y mujeres despreciables, Aurora está lista para vivir su vida libremente y sin disculpas. Pero el distante y misterioso Heath se acerca con una pregunta que lo cambia todo:
—¿Cuándo nos casamos?
La Cachorra del Príncipe Licántropo

La Cachorra del Príncipe Licántropo

5.3m Vistas · En curso · chavontheauthor
—Eres mía, cachorrita—gruñó Kylan contra mi cuello.
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.



Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.

Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.

Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.

Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Perfecto bastardo

Perfecto bastardo

5.8m Vistas · En curso · Mary D. Sant
Él levantó mis brazos, inmovilizando mis manos sobre mi cabeza.

—Dime que no te acostaste con él, maldita sea —exigió entre dientes apretados.

—¡Vete al diablo, hijo de puta! —le respondí, intentando liberarme.

—¡Dilo! —gruñó, usando una mano para sujetar mi barbilla.

—¿Crees que soy una zorra?

—¿Entonces es un no?

—¡Vete al infierno!

—Bien. Eso es todo lo que necesitaba escuchar —dijo, levantando mi top negro con una mano, exponiendo mis pechos y enviando una oleada de adrenalina a través de mi cuerpo.

—¿Qué demonios estás haciendo? —jadeé mientras él miraba mis pechos con una sonrisa satisfecha.

Pasó un dedo sobre una de las marcas que había dejado justo debajo de uno de mis pezones.

¿El bastardo estaba admirando las marcas que me había dejado?

—Envuélveme con tus piernas —ordenó.

Se inclinó lo suficiente como para tomar mi pecho en su boca, chupando con fuerza un pezón. Me mordí el labio inferior para ahogar un gemido mientras él mordía, haciéndome arquear el pecho hacia él.

—Voy a soltar tus manos; no te atrevas a intentar detenerme.



Bastardo, arrogante y completamente irresistible, el tipo exacto de hombre con el que Ellie juró que nunca volvería a involucrarse. Pero cuando el hermano de su amiga regresa a la ciudad, se encuentra peligrosamente cerca de sucumbir a sus deseos más salvajes.

Ella es irritante, inteligente, sexy, completamente loca, y también está volviendo loco a Ethan Morgan.

Lo que comenzó como un simple juego ahora lo atormenta. No puede sacarla de su cabeza, pero nunca permitirá que nadie entre en su corazón de nuevo.

Incluso cuando ambos luchan con todas sus fuerzas contra esta ardiente atracción, ¿podrán resistirse?
Placeres culposos

Placeres culposos

641.9k Vistas · En curso · Isabella
—¡Joder! Que apretada estás …— Espeto agitado por atravesarme con su 18 cm. Mientras yo me mantengo calmada, suficientemente mojada y excitada para soportarlo.— ¡Oh, demonios! Eres señorita, eso sí que es una sorpresa bomboncito, pero no te preocupes, lo haré inolvidable.


¿Todo ha sido un error? ¿O quizás solo parte del destino? La ida por un vaso de agua, resultó en el inicio de un deseo culposo con consecuencias irreversibles.

Soy Erika Martín de 21 años, soy una latina, proveniente de Venezuela, me mudé de mi país buscando el sueño Americano ante una oportunidad de empleo como servicio doméstico en la mansión uzcategui, sin saber que mi destino cambiaría por completo, al conocer a Alejandro Uzcategui, el heredero y magnate de negocios más prestigioso dela ciudad, con una ciudad tan grande y él puso sus ojos en mi, su humilde y tímida empleada, que no sabe decirle que no, todo con él era perfecto, pero él tiene dos grandes defectos, es casado y jodidamente posesivo, me llama bomboncito y me reclama como suya. Estoy locamente enamorada de él y temo por la repercusiones de lo que vendrá, ya que se que no me dejará escapar, menos cuando sepa mi gran secreto.
Accardi

Accardi

429.9k Vistas · Completado · Allison Franklin
Él bajó sus labios hasta su oído.

—Te costará algo —susurró antes de tirar de su lóbulo con los dientes.

Sus rodillas temblaron y, si no fuera por su agarre en su cadera, habría caído. Él empujó su rodilla entre sus muslos como un soporte secundario en caso de que decidiera necesitar sus manos en otro lugar.

—¿Qué quieres? —preguntó ella.

Sus labios rozaron su cuello y ella gimió mientras el placer que sus labios provocaban se hundía entre sus piernas.

—Tu nombre —exhaló él—. Tu verdadero nombre.

—¿Por qué es importante? —preguntó ella, revelando por primera vez que su corazonada era correcta.

Él se rió contra su clavícula.

—Para saber qué nombre gritar cuando vuelva a entrar en ti.


Genevieve pierde una apuesta que no puede pagar. Como compromiso, acepta convencer a cualquier hombre que su oponente elija para que se vaya a casa con ella esa noche. Lo que no se da cuenta cuando el amigo de su hermana señala al hombre taciturno sentado solo en el bar, es que ese hombre no se conformará con solo una noche con ella. No, Matteo Accardi, Don de una de las pandillas más grandes de la ciudad de Nueva York, no hace encuentros de una sola noche. No con ella, de todos modos.
La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas

La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas

341.9k Vistas · En curso · Becky j
—¡El compañero está aquí!
¿Qué? No—espera… oh Diosa Luna, no.
Por favor, dime que estás bromeando, Lex.
Pero no lo está. Puedo sentir su emoción burbujeando bajo mi piel, mientras que todo lo que siento es pavor.
Doblamos la esquina y el aroma me golpea como un puñetazo en el pecho—canela y algo increíblemente cálido. Mis ojos recorren la habitación hasta que se posan en él. Alto. Imponente. Hermoso.
Y luego, tan rápido como… me ve.
Su expresión se tuerce.
—Joder, no.
Se da vuelta—y corre.
Mi compañero me ve y corre.

Bonnie ha pasado toda su vida siendo destruida y abusada por las personas más cercanas a ella, incluida su propia hermana gemela. Junto a su mejor amiga Lilly, que también vive una vida de infierno, planean escapar mientras asisten al baile más grande del año que está siendo organizado por otra manada, solo que las cosas no salen como planeaban, dejando a ambas chicas sintiéndose perdidas e inseguras sobre su futuro.

El Alfa Nicholas tiene 28 años, sin compañera, y no tiene planes de cambiar eso. Este año le toca organizar el Baile Anual de la Luna Azul y lo último que espera es encontrar a su compañera. Lo que espera aún menos es que su compañera sea 10 años menor que él y cómo su cuerpo reacciona ante ella. Mientras intenta negarse a reconocer que ha encontrado a su compañera, su mundo se pone patas arriba después de que los guardias atrapan a dos lobas corriendo por sus tierras.

Una vez que las traen ante él, se encuentra nuevamente frente a su compañera y descubre que ella esconde secretos que lo harán querer matar a más de una persona.
¿Podrá superar sus sentimientos hacia tener una compañera y una que es tan joven? ¿Su compañera lo querrá después de sentir el dolor de su rechazo no oficial? ¿Podrán ambos trabajar en dejar atrás el pasado y avanzar juntos o tendrá el destino otros planes y los mantendrá separados?
Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario

Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario

314.2k Vistas · En curso · Jessica C. Dolan
Ser el segundo mejor está prácticamente en mi ADN. Mi hermana recibió el amor, la atención, el protagonismo. Y ahora, incluso su maldito prometido.

Técnicamente, Rhys Granger era mi prometido ahora—millonario, increíblemente atractivo y un sueño húmedo de Wall Street. Mis padres me empujaron hacia el compromiso después de que Catherine desapareciera, y honestamente? No me importó. Había estado enamorada de Rhys durante años. Esta era mi oportunidad, ¿verdad? ¿Mi turno de ser la elegida?

Error.

Una noche, me abofeteó. Por una taza. Una estúpida, rota y fea taza que mi hermana le dio hace años. Fue entonces cuando me di cuenta—él no me amaba. Ni siquiera me veía. Solo era un reemplazo cálido para la mujer que realmente quería. Y aparentemente, ni siquiera valía tanto como una taza de café glorificada.

Así que lo abofeteé de vuelta, lo dejé y me preparé para el desastre—mis padres perdiendo la cabeza, Rhys teniendo una rabieta de millonario, su aterradora familia planeando mi prematura desaparición.

Obviamente, necesitaba alcohol. Mucho alcohol.

Entra él.

Alto, peligroso, injustamente atractivo. El tipo de hombre que te hace querer pecar solo por existir. Lo había conocido solo una vez antes, y esa noche, él simplemente estaba en el mismo bar que mi yo borracha y compadeciéndose de sí misma. Así que hice lo único lógico: lo arrastré a una habitación de hotel y le arranqué la ropa.

Fue imprudente. Fue estúpido. Fue completamente desaconsejado.

Pero también fue: El. Mejor. Sexo. De. Mi. Vida.

Y, como resultó, la mejor decisión que había tomado.

Porque mi aventura de una noche no es solo un tipo cualquiera. Es más rico que Rhys, más poderoso que toda mi familia, y definitivamente más peligroso de lo que debería estar jugando.

Y ahora, él no me va a dejar ir.