
A solas contigo
flormurdaneta · Completado · 157.4k Palabras
Introducción
Dispuesto a todo por ella, Nathan enfrentará sus propios demonios y hará lo necesario para ganarse un lugar en su corazón.
Capítulo 1
Estaba en primera fila bailando al ritmo de Stille[1], una de las canciones de la agrupación de rock alternativo Abgrund[2] en la que mi prometido Jake era el baterista. No me perdía ninguno de sus conciertos, lo apoyé desde el inicio y me sentía orgullosa de lo que habían alcanzado hasta entonces. Comenzaron presentándose en bares donde no recibían ni un centavo, pero pronto fueron ganando fama y esa noche estaban dando su primer concierto en un lugar bastante conocido en Hamburgo. Se vendieron casi trescientos boletos.
Conocí a Jake en un mercado artesanal, estaba mirando los bolsos tejidos cuando escuché su risa. Volteé y lo vi rodeado de otros chicos, todos vestían de una forma muy peculiar, estilo punk rock, con camisetas oscuras y pantalones raídos. Su cabello estaba pintado de azul en las puntas y su brazo derecho estaba cubierto de tatuajes que, desde la distancia, no pude apreciar bien. Cuando nuestras miradas coincidieron, algo dentro de mí se sacudió, nunca me había sentido así por nadie. Volví mi atención a los bolsos tratando de disimular mi interés, pero con la mente en aquel chico de pelo azul que me había provocado mariposas en el estómago.
—Hola, soy Jake. —Escuché decir detrás de mí un momento después. Y di un pequeño salto. No tenía idea de que se acercaría. Me puse tan nerviosa que, cuando me giré, tumbé algunos aretes y varias pulseras al suelo. Me incliné para levantar lo que había tirado y comencé a levantarlo. Jake me ayudó y pusimos todo en la mesa.
—Yo lo arreglo, tranquila. —Enunció la vendedora cuando vio que intentaba organizarlo como antes.
—Gracias. Lo lamento mucho —dije sintiendo como mi cara se ponía roja. Estaba tan apenada, por lo general, no era así de torpe—. Gracias a ti también, no tenías que ayudarme. —Miré a Jake, que estaba a menos de un metro de mí, y sentí un revuelo en mi estómago. Él tenía unos ojos preciosos color caramelo y me mostraban una mirada dulce y gentil.
—Es lo correcto, fue mi culpa por asustarte. Quería invitarte a un toque que tendremos esta noche a unas calles de aquí. ¿Te gusta el rock? Vi que nos mirabas y pensé que podía interesarte —pronunció hablando con rapidez. Y solo por eso dejé de sentirme tan abochornada, no era la única nerviosa.
—Sí, me encantaría. —Acepté sin pensarlo. Él era un desconocido, un muy atractivo desconocido. Me encantaron sus ojos y la forma de sus labios. Me pregunté cómo se sentirían sobre los míos. ¿Serían suaves?, ¿serían cálidos?
—Inicia a las ocho, aunque estaremos ensayando antes. ¿Quieres acompañarnos?
Él es un desconocido, Evelyn. Puede ser una trampa. Dijo una voz en mi interior, pero no le hice caso y acepté irme con él. Jake no me pareció un mal tipo. Y no estuve equivocada.
Así fue como todo comenzó, ese fue el día que conocí al amor de mi vida. Un hombre bondadoso, romántico, apasionado, fiel y cariñoso que me hacía muy feliz. Estábamos enamorados, lo que teníamos era verdadero, a pesar de que mi madre dijera que solo era un capricho, que todo lo que quería era avergonzarla estando con un «vagabundo». Ella no lograba ver más allá del estatus social de Jake, para Elise Decker, la cantidad de ceros en la cuenta bancaria es más importante que tener un buen corazón. Así la criaron y así pretendió criarme a mí, pero no logró influenciarme, al contrario, su forma de ser me hizo detestar la vida elitista de la que ella tan orgullosa se sentía. Yo no sería como Elise jamás. Mi plan de vida no incluía casarme con un millonario que me diera una «buena vida», llena de lujos y carente de amor. Porque ella, por mucho dinero que poseyera, no era feliz. Nunca lo fue. Su único propósito en la vida era amargarnos la existencia a mis hermanos y a mí.
—¡Eso fue perfecto, amor! —Me abalancé sobre él sujetándome de sus brazos y le di un beso en la boca. Me había encontrado con Jake detrás del escenario, los demás miembros de la banda también estaban ahí. Burke, el bajista, junto a su novia Adisson, y el resto recibiendo atención de algunas fans que se acercaron a ellos. Eran buenos chicos, no unos «drogadictos adoradores de Satán», como los llamó Elise.
Jake puso sus manos en mis caderas y sonrió.
—Veo que te gustó. —Miré sus ojos color caramelo y le sonreí. Mi Jake era muy atractivo, delgado, con músculos definidos, no muy marcados. Su mandíbula cincelada estaba salpicada por vellos cortos, poseía una nariz perfilada, ligeramente torcida en la punta a causa de un golpe que se ganó en una pelea, y sus ojos pequeños estaban enmarcados por cejas oscuras y pobladas. Su cabello natural era castaño oscuro y muy sedoso, aunque en ese momento lucía gomoso por el gel que yo misma le apliqué, me encantaba peinarlo. Él me superaba en estatura por más de quince centímetros.
—¡Me encantó! Se escucharon genial, amor. Estoy tan orgullosa de ti y de todos. Ya los imagino recorriendo el mundo, dando enormes conciertos y siendo perseguidos por un montón de groupies[3].
—¿Sí? ¿No te pondrás celosa y posesiva si un montón de chicas empieza a seguirme?
—No, entenderé que quieran ir por ti, eres un sexy baterista y el sueño húmedo de cualquier mujer. —Paseé mis manos por su pecho y las llevé hasta detrás de su nuca.
—¿Intenta algo conmigo, señorita Decker?
Fruncí el ceño, odiaba que usara ese apellido. Ansiaba que llegara el día de nuestra boda y poder cambiarlo por el suyo. Señora Braun, me encantaba como se escuchaba. Teníamos un año viviendo juntos, pero los dos queríamos oficializar nuestra relación y planeábamos casarnos pronto.
—Oigan, vengan aquí, tengo una gran noticia para compartir —gritó Adler, el vocalista de la banda, y todos nos acercamos hasta donde él estaba. Jake, Adler, Burke, Herman, Addison y yo. Adler estaba sonriendo, era evidente que tenía algo bueno para contar—. Me acaban de llamar, lo hemos conseguido. Logramos el contrato discográfico.
—¡Oh, Dios mío! ¡Sí! —chilló Addison saltando a los brazos de Burke. Él la sujetó y compartieron un beso apasionado.
—Felicidades, amor. Sabía que lo lograrías. —Abracé a Jake sintiéndome muy orgullosa de él y de todos. Eran muy buenos, se merecían ese contrato, habían luchado duro por conseguirlo.
—Gracias, mi vida. Gracias por creer en mí, por estar aquí, por amarme… —declaró con calidez. Su voz sonaba rasgada, como si estuviera llorando o a punto de hacerlo, y logró conmoverme. Era un hombre muy sensible y emocional, había nobleza en su alma; fue eso lo que me enamoró de él, era eso lo que quería que mi madre viera, pero ella solo se fijó en su apariencia y su procedencia, nada más le importó. Sus padres eran personas sencillas, él bombero y ella maestra. Lo amaban.
Mis hermanos no eran como Elise o como mi padre. Ellos, a pesar de ser hombres exitosos y prósperos, no vieron a Jake por encima del hombro cuando lo conocieron.
—Siempre estaré a tu lado, Jake. Siempre, amor. —Compartimos un cálido abrazo y después nos separamos para felicitar a los demás. Todos estaban emocionados y felices, su sueño se había convertido en realidad. Eran muy unidos, crecieron juntos como banda y se volvieron grandes amigos.
Más tarde, después de que Jake guardó su batería en la furgoneta de Burke, nos despedimos de todos y salimos del local con planes de ir a cenar. Hice una reserva en Fiori, un restaurante italiano propiedad de mi hermano Sebastian, el chef era un antiguo empleado de la familia al que le tenía mucho aprecio. Necesitaba decirle algo importante a Jake y quería que fuera en un lugar especial.
El clima era cálido, estábamos en medio del verano, mi estación favorita del año, pero no la de mi prometido. Él prefería el frío que el calor. Caminamos de la mano hasta su motocicleta, una Ducati antigua que le heredó su padre cuando cumplió quince años. La amaba, era un tesoro para él y la tenía muy bien cuidada.
Jake me besó en los labios y me puso el casco antes de subirse a la moto y ponerse el suyo. Él era muy cuidadoso con la seguridad, y más tratándose de mí.
Cuando me subí, le rodeé el torso y puso la motocicleta en marcha. Fiori no quedaba muy alejado de donde estábamos, a solo cinco minutos o menos, y comencé a sentirme nerviosa. Estaba llegando el momento de darle la noticia más importante de nuestras vidas.
—¡Cuidado, Jake! —grité cuando vi un auto viniendo desde la vía contraria, dirigiéndose a nosotros por un costado. Él intentó esquivarlo, pero el vehículo traía mucha velocidad y nos golpeó. Los dos salimos disparados de la motocicleta. Sucedió tan rápido que no me dio tiempo de decir o hacer nada más.
Cuando recobré la conciencia, estaba rodeada de paramédicos que me atendían y me hacían preguntas, pero yo apenas pude decir una palabra: «Jake», lo único que quería era saber de él. Mas no pude mantenerme despierta para escuchar una respuesta.
Cuando reaccioné otra vez, estaba en una habitación helada, con aparatos pitando a mi alrededor y el cuerpo dolorido.
—Jake —murmuré con la voz rasgada. Quería saber dónde estaba y en qué condiciones se encontraba. ¿Se había salvado?
Mi corazón se contrajo ante la posibilidad de haberlo perdido. Esperaba que estuviera a salvo. Era mi mayor deseo.
Una doctora se acercó al escucharme. Usaba máscara, gorro quirúrgico y guantes. Repetí el nombre de Jake con voz decadente. Sentía una profunda agonía que dolía más que todo mi cuerpo, que no sería calmada con ninguna dosis de medicamento. La doctora se presentó como Jane Pierce y me dijo que necesitaba hacerme unas preguntas antes. Asentí y respondí cada interrogante que planteó. Recordaba todo, no sufrí ninguna lesión que afectara mi memoria. Ella siguió con la evaluación y, al terminar, me explicó que, además de los golpes que sufrí en distintas partes de mi cuerpo por la caída, tenía una fractura en la pierna izquierda que requirió una operación urgente, y que me mantendrían en cuidados intensivos como prevención.
—¿Y el bebé? —pregunté atemorizada. Sabía que, por mis lesiones, la esperanza de que sobreviviera eran muy pocas, tenía solo ocho semanas de embarazo. Esa era la gran noticia que iba a darle a Jake, estaba tan ilusionada de contarle que esperábamos un hijo.
—Lo siento mucho, no lo logró.
Sentí mi corazón rompiéndose en pedazos y comencé a llorar. Había perdido a nuestro bebé. Mi cuerpo se sacudió por el llanto y un dolor agudo se irradió por todo mi cuerpo. Dolía, dolía muchísimo.
—¿Y Jake? ¿Él ha… él ha sobrevivido? —pronuncié entre sollozos que acrecentaban mi dolor físico. La doctora dijo que no sabía nada de él, pero que trataría de averiguarlo. Y decidió sedarme porque estaba muy intranquila.
La siguiente vez que abrí los ojos, el dolor se había atenuado, pero seguía ahí, recordándome que todo era real, que no se trataba de una terrible pesadilla. Miré a un costado y vi a Sebastian a mi lado. Sus ojos grises estaban cargados de preocupación, tenía manchas oscuras en tono violeta debajo de los párpados. Se veía cansado.
—¿Qué sabes de Jake? —Fueron mis primeras palabras. Ya había perdido a nuestro bebé, necesitaba saber si el hombre que amaba seguía con vida—. Sebastian —insistí casi sin aliento cuando no obtuve ninguna respuesta suya. Él más que nadie podía comprender mi angustia.
—Lo siento, Eve. No… No ha sobrevivido —dijo con tristeza, no era una noticia que quería darme. Él me amaba, no deseaba que sufriera, siempre me había cuidado y protegido.
—¡No! ¡No, no, no! ¡Dios, no! —grité y rompí en un llanto desolador y aplastante. Toda mi vida se desmoronó en segundos. Todas mis ilusiones me fueron quitadas cruelmente.
—Lo siento mucho, Evelyn. Lo lamento mucho, pequeña —murmuraba acariciándome la cabeza.
—Debí morir con él, no quiero una vida sin Jake —pronuncié en medio de mi dolor. Estaba atravesando un infierno que consumía mi alma. Sentía que me desgarraba por dentro, que me quitaban el corazón a pedazos.
Sin Jake, mi vida perdió todo el valor.
Sin Jake, vivir no tenía sentido.
Y
[1] Silencio.
[2] Precipicio.
[3] Fan de un músico, celebridad o agrupación musical.
Últimos capítulos
#120 Epílogo
Última actualización: 2/27/2025#119 capítulo 116
Última actualización: 3/7/2025#118 capítulo 115
Última actualización: 3/7/2025#117 capítulo 114
Última actualización: 3/7/2025#116 capítulo 113
Última actualización: 3/7/2025#115 capítulo 112
Última actualización: 3/7/2025#114 capítulo 111
Última actualización: 3/7/2025#113 capítulo 110
Última actualización: 3/7/2025#112 capítulo 109
Última actualización: 3/7/2025#111 capítulo 108
Última actualización: 3/7/2025
Te podría gustar 😍
Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano
—Vas a tomar cada pulgada de mí. —Susurró mientras empujaba hacia arriba.
—Joder, te sientes tan jodidamente bien. ¿Es esto lo que querías, mi polla dentro de ti? —Preguntó, sabiendo que lo había estado tentando desde el principio.
—S..sí —jadeé.
Brianna Fletcher había estado huyendo de hombres peligrosos toda su vida, pero cuando tuvo la oportunidad de quedarse con su hermano mayor después de graduarse, allí conoció al más peligroso de todos. El mejor amigo de su hermano, un Don de la mafia. Él irradiaba peligro, pero ella no podía mantenerse alejada.
Él sabe que la hermanita de su mejor amigo está fuera de límites y, sin embargo, no podía dejar de pensar en ella.
¿Podrán romper todas las reglas y encontrar consuelo en los brazos del otro?
Mi Luna Marcada
—Sí.
Exhala, levanta su mano y la baja para abofetear mi trasero desnudo de nuevo... más fuerte que antes. Gimo por el impacto. Duele, pero es tan excitante y sexy.
—¿Lo harás de nuevo?
—No.
—¿No, qué?
—No, Señor.
—Buena chica —acerca sus labios para besar mi trasero mientras lo acaricia suavemente—.
—Ahora, voy a follarte —me sienta en su regazo en una posición de monta. Nos miramos a los ojos. Sus largos dedos encuentran el camino hacia mi entrada e insertan sus dedos.
—Estás empapada por mí, nena —dice complacido. Mueve sus dedos dentro y fuera, haciéndome gemir de placer.
—Hmm —pero de repente, se van. Lloro mientras deja mi cuerpo ansiando por él. Cambia nuestra posición en un segundo, así que estoy debajo de él. Mi respiración es superficial y mis sentidos incoherentes mientras anticipo su dureza en mí. La sensación es fantástica.
—Por favor —suplico. Lo quiero. Lo necesito tanto.
—Entonces, ¿cómo te gustaría venirte, nena? —susurra.
¡Oh, diosa!
La vida de Apphia es dura, desde ser maltratada por los miembros de su manada hasta que su compañero la rechaza brutalmente. Está sola. Golpeada en una noche difícil, conoce a su segunda oportunidad de compañero, el poderoso y peligroso Alfa Lycan, y vaya que le espera la aventura de su vida. Sin embargo, todo se complica cuando descubre que no es una loba común. Atormentada por la amenaza a su vida, Apphia no tiene otra opción que enfrentar sus miedos. ¿Podrá Apphia derrotar la iniquidad que amenaza su vida y finalmente ser feliz con su compañero? Sigue para más.
Advertencia: Contenido maduro.
El Deseo Prohibido del Rey Licántropo
Esas palabras salieron cruelmente de la lengua de mi destinado—MI COMPAÑERO.
Él robó mi inocencia, me rechazó, me apuñaló y ordenó que me mataran en nuestra noche de bodas. Perdí a mi loba, dejada en un reino cruel para soportar el dolor sola...
Pero mi vida dio un giro esa noche—un giro que me arrastró al peor infierno posible.
Un momento, era la heredera de mi manada, y al siguiente—era una esclava del despiadado Rey Lycan, que estaba al borde de perder la cordura...
Frío.
Mortal.
Implacable.
Su presencia era el infierno mismo.
Su nombre un susurro de terror.
Juró que yo era suya, deseada por su bestia; para satisfacerlo incluso si me rompe
Ahora, atrapada en su mundo dominante, debo sobrevivir a las oscuras garras del Rey que me tenía bajo su control.
Sin embargo, dentro de esta oscura realidad, yace un destino primitivo....
De Mejor Amigo a Prometido
Una semana de boda en New Hope. Una mansión llena de invitados. Y una dama de honor muy resentida.
Para sobrevivir, Savannah lleva una cita —su encantador y pulcro mejor amigo, Roman Blackwood. El único hombre que siempre la ha apoyado. Le debe un favor, y fingir ser su prometido? Fácil.
Hasta que los besos falsos empiezan a sentirse reales.
Ahora Savannah está dividida entre mantener la farsa… o arriesgarlo todo por el único hombre del que nunca debió enamorarse.
Dura en Disfraz
—Jade, necesito revisar tu—comenzó la enfermera.
—¡FUERA!—gruñí con tanta fuerza que ambas mujeres retrocedieron hacia la puerta.
Una vez temida por la Organización Sombra que me drogó para replicar mis habilidades en una versión más controlable, había escapado de mis ataduras y detonado toda su instalación, lista para morir junto a mis captores.
En cambio, desperté en la enfermería de una escuela con mujeres discutiendo a mi alrededor, sus voces perforando mi cráneo. Mi estallido las congeló de shock—claramente no esperaban tal reacción. Una mujer amenazó mientras se iba—Discutiremos esta actitud cuando llegues a casa.
La amarga verdad es que he renacido en el cuerpo de una chica de secundaria con sobrepeso, débil y supuestamente tonta. Su vida está llena de acosadores y verdugos que han hecho su existencia miserable.
Pero no tienen idea de con quién están tratando ahora.
No sobreviví como la asesina más letal del mundo permitiendo que alguien me pisoteara. Y ciertamente no voy a empezar ahora.
Yo y Mi Esposo Multimillonario
Después de lidiar con hombres indignos y mujeres despreciables, Aurora está lista para vivir su vida libremente y sin disculpas. Pero el distante y misterioso Heath se acerca con una pregunta que lo cambia todo:
—¿Cuándo nos casamos?
La Cachorra del Príncipe Licántropo
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.
—
Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.
Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.
Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.
Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Perfecto bastardo
—Dime que no te acostaste con él, maldita sea —exigió entre dientes apretados.
—¡Vete al diablo, hijo de puta! —le respondí, intentando liberarme.
—¡Dilo! —gruñó, usando una mano para sujetar mi barbilla.
—¿Crees que soy una zorra?
—¿Entonces es un no?
—¡Vete al infierno!
—Bien. Eso es todo lo que necesitaba escuchar —dijo, levantando mi top negro con una mano, exponiendo mis pechos y enviando una oleada de adrenalina a través de mi cuerpo.
—¿Qué demonios estás haciendo? —jadeé mientras él miraba mis pechos con una sonrisa satisfecha.
Pasó un dedo sobre una de las marcas que había dejado justo debajo de uno de mis pezones.
¿El bastardo estaba admirando las marcas que me había dejado?
—Envuélveme con tus piernas —ordenó.
Se inclinó lo suficiente como para tomar mi pecho en su boca, chupando con fuerza un pezón. Me mordí el labio inferior para ahogar un gemido mientras él mordía, haciéndome arquear el pecho hacia él.
—Voy a soltar tus manos; no te atrevas a intentar detenerme.
Bastardo, arrogante y completamente irresistible, el tipo exacto de hombre con el que Ellie juró que nunca volvería a involucrarse. Pero cuando el hermano de su amiga regresa a la ciudad, se encuentra peligrosamente cerca de sucumbir a sus deseos más salvajes.
Ella es irritante, inteligente, sexy, completamente loca, y también está volviendo loco a Ethan Morgan.
Lo que comenzó como un simple juego ahora lo atormenta. No puede sacarla de su cabeza, pero nunca permitirá que nadie entre en su corazón de nuevo.
Incluso cuando ambos luchan con todas sus fuerzas contra esta ardiente atracción, ¿podrán resistirse?
Placeres culposos
¿Todo ha sido un error? ¿O quizás solo parte del destino? La ida por un vaso de agua, resultó en el inicio de un deseo culposo con consecuencias irreversibles.
Soy Erika Martín de 21 años, soy una latina, proveniente de Venezuela, me mudé de mi país buscando el sueño Americano ante una oportunidad de empleo como servicio doméstico en la mansión uzcategui, sin saber que mi destino cambiaría por completo, al conocer a Alejandro Uzcategui, el heredero y magnate de negocios más prestigioso dela ciudad, con una ciudad tan grande y él puso sus ojos en mi, su humilde y tímida empleada, que no sabe decirle que no, todo con él era perfecto, pero él tiene dos grandes defectos, es casado y jodidamente posesivo, me llama bomboncito y me reclama como suya. Estoy locamente enamorada de él y temo por la repercusiones de lo que vendrá, ya que se que no me dejará escapar, menos cuando sepa mi gran secreto.
Accardi
—Te costará algo —susurró antes de tirar de su lóbulo con los dientes.
Sus rodillas temblaron y, si no fuera por su agarre en su cadera, habría caído. Él empujó su rodilla entre sus muslos como un soporte secundario en caso de que decidiera necesitar sus manos en otro lugar.
—¿Qué quieres? —preguntó ella.
Sus labios rozaron su cuello y ella gimió mientras el placer que sus labios provocaban se hundía entre sus piernas.
—Tu nombre —exhaló él—. Tu verdadero nombre.
—¿Por qué es importante? —preguntó ella, revelando por primera vez que su corazonada era correcta.
Él se rió contra su clavícula.
—Para saber qué nombre gritar cuando vuelva a entrar en ti.
Genevieve pierde una apuesta que no puede pagar. Como compromiso, acepta convencer a cualquier hombre que su oponente elija para que se vaya a casa con ella esa noche. Lo que no se da cuenta cuando el amigo de su hermana señala al hombre taciturno sentado solo en el bar, es que ese hombre no se conformará con solo una noche con ella. No, Matteo Accardi, Don de una de las pandillas más grandes de la ciudad de Nueva York, no hace encuentros de una sola noche. No con ella, de todos modos.
La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas
¿Qué? No—espera… oh Diosa Luna, no.
Por favor, dime que estás bromeando, Lex.
Pero no lo está. Puedo sentir su emoción burbujeando bajo mi piel, mientras que todo lo que siento es pavor.
Doblamos la esquina y el aroma me golpea como un puñetazo en el pecho—canela y algo increíblemente cálido. Mis ojos recorren la habitación hasta que se posan en él. Alto. Imponente. Hermoso.
Y luego, tan rápido como… me ve.
Su expresión se tuerce.
—Joder, no.
Se da vuelta—y corre.
Mi compañero me ve y corre.
Bonnie ha pasado toda su vida siendo destruida y abusada por las personas más cercanas a ella, incluida su propia hermana gemela. Junto a su mejor amiga Lilly, que también vive una vida de infierno, planean escapar mientras asisten al baile más grande del año que está siendo organizado por otra manada, solo que las cosas no salen como planeaban, dejando a ambas chicas sintiéndose perdidas e inseguras sobre su futuro.
El Alfa Nicholas tiene 28 años, sin compañera, y no tiene planes de cambiar eso. Este año le toca organizar el Baile Anual de la Luna Azul y lo último que espera es encontrar a su compañera. Lo que espera aún menos es que su compañera sea 10 años menor que él y cómo su cuerpo reacciona ante ella. Mientras intenta negarse a reconocer que ha encontrado a su compañera, su mundo se pone patas arriba después de que los guardias atrapan a dos lobas corriendo por sus tierras.
Una vez que las traen ante él, se encuentra nuevamente frente a su compañera y descubre que ella esconde secretos que lo harán querer matar a más de una persona.
¿Podrá superar sus sentimientos hacia tener una compañera y una que es tan joven? ¿Su compañera lo querrá después de sentir el dolor de su rechazo no oficial? ¿Podrán ambos trabajar en dejar atrás el pasado y avanzar juntos o tendrá el destino otros planes y los mantendrá separados?
Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario
Técnicamente, Rhys Granger era mi prometido ahora—millonario, increíblemente atractivo y un sueño húmedo de Wall Street. Mis padres me empujaron hacia el compromiso después de que Catherine desapareciera, y honestamente? No me importó. Había estado enamorada de Rhys durante años. Esta era mi oportunidad, ¿verdad? ¿Mi turno de ser la elegida?
Error.
Una noche, me abofeteó. Por una taza. Una estúpida, rota y fea taza que mi hermana le dio hace años. Fue entonces cuando me di cuenta—él no me amaba. Ni siquiera me veía. Solo era un reemplazo cálido para la mujer que realmente quería. Y aparentemente, ni siquiera valía tanto como una taza de café glorificada.
Así que lo abofeteé de vuelta, lo dejé y me preparé para el desastre—mis padres perdiendo la cabeza, Rhys teniendo una rabieta de millonario, su aterradora familia planeando mi prematura desaparición.
Obviamente, necesitaba alcohol. Mucho alcohol.
Entra él.
Alto, peligroso, injustamente atractivo. El tipo de hombre que te hace querer pecar solo por existir. Lo había conocido solo una vez antes, y esa noche, él simplemente estaba en el mismo bar que mi yo borracha y compadeciéndose de sí misma. Así que hice lo único lógico: lo arrastré a una habitación de hotel y le arranqué la ropa.
Fue imprudente. Fue estúpido. Fue completamente desaconsejado.
Pero también fue: El. Mejor. Sexo. De. Mi. Vida.
Y, como resultó, la mejor decisión que había tomado.
Porque mi aventura de una noche no es solo un tipo cualquiera. Es más rico que Rhys, más poderoso que toda mi familia, y definitivamente más peligroso de lo que debería estar jugando.
Y ahora, él no me va a dejar ir.












