54. Cada vez que te veo.

Ally se sentó al borde de la enorme cama, agarrándose la cabeza con frustración. Mientras las lágrimas seguían escapando de sus ojos, la joven se tiraba del cabello con desesperación. ¿Cómo podía Darius dejarla sola después de que ella le regalara lo más preciado que tenía la Princesa, mucho antes d...