NovelaGO
UN BEBÉ PARA EL ARROGANTE CEO

UN BEBÉ PARA EL ARROGANTE CEO

Andrea flores · Completado · 120.4k Palabras

738
Tendencia
17.9k
Vistas
1.6k
Agregado
Agregar a estante
Comenzar a leer
Compartir:facebooktwitterpinterestwhatsappreddit

Introducción

"¿Qué es lo que quiere a cambio?" Preguntó María Teresa.
"Le daré mi apellido a su hijo." respondió Luis Ángel Torrealba.
Aún así, teniendo encima a un bebé recién nacido, su ropa desgarrada por varios días de uso y una escapada de las manos de su pareja maltratadora, María Teresa nunca imaginó escuchar aquel trato por semejante hombre.
¡Estaba en la ruina! No tenía nada en esta vida, y con un bebé recién nacido en brazos, su vida fue quebrada en pedazos por las heridas, físicas y emocionales que le causó la familia Gutiérrez. Además, el padre de su hijo es una incertidumbre. Al menos, hasta que pueda recordar aquellas semanas en la ruina para que la verdad salga a la luz.
No iban de la mano los sentimientos y Luis Ángel Torrealba, quien necesitaba mentirle a su numerosa familia que tenía ya un hijo propio, para conservar la gran empresa bajo su mandato. Su padre no le heredaría su fortuna sino contaba con un heredero, pero nunca mencionó que fuese de sangre. Y tendría que demostrárselo en la gran fiesta de la compañía que se celebraba cada año.
¿Este nuevo hombre, arrogante y cruel, solucionaría todos sus problemas con sólo mirarlo a los ojos y sentenciar su respuesta? ¿Y llegará a saber que el padre de su hijo estuvo más cerca de lo que ella creyó y frente a sus narices?
Sin saber que este contrato cambiaría la vida de ambos, porque compartían recuerdos amargos, dolorosos pasados, el miedo a volver a amar y una luz en sus corazones que los unirá para toda la vida y más que nunca.
Pero muchos obstáculos se cruzarán en sus caminos, haciendo todo lo posible para destruir su futuro.
¿Qué decisión tomará María Teresa? ¿Y que les deparará el destino?

Capítulo 1

—¡No, por favor! ¡No te atrevas a decir otra palabras más! ¡No te acerques, Antonio!

Y su voz se desgarra mientras el llanto de su hijo se pierde entre los gritos de la tormenta.

—¿¡Y qué quieres que te diga?! ¡Siempre me has mentido! Me mentiste con ese niño en brazos y ahora quieres que sea un idiota. Yo no soy un idiota María Teresa. ¡Vas a pagar caro por lo que me has hecho…!

Y el primer empujón la lleva hasta la pared, y la hace gemir de susto. Sus ojos se abren y su único miedo es su bebé, que continúa llorando y no hay nada la calme porque está cara a cara con un hombre cegado por la ira.

"Si no me marcho ahora. Él podrá matarme…¡Te matará, María Teresa…!

—¡Mírame cuando te hablo, sucia mentirosa! —y Antonio la toma del brazo para zarandear contra él en cuanto tiene la oportunidad y consciente de que sólo está con ella, aprovecha la situación para apretar su brazo—. No te escaparás de esta, no sabrás con quién te metiste y a quien le mentiste. ¡Esta me la pagarás…!

—Yo no te mentí, yo no hice nada de eso, Antonio. ¡La verdad es la que te conté! Yo nunca me acosté con otro hombre en cuanto estuve contigo.

—¡La prueba de ADN dice lo contrario! —y alza el papel que no ha soltado desde que azotó la puerta y arremetió contra María Teresa—. ¡Me has engañado todo este tiempo! Creí que ese hijo era mío. ¡Y fuiste de ramera acostarte con otro para verme la cara de imbécil!

—Eso no es verdad —exclama María Teresa con los ojos rojos por el llanto. Jadea—. Esas pruebas son falsas. Este es tu hijo, es nuestro hijo. Yo no me acosté con nadie más…

—¡¿Y qué hiciste aquella vez que te fuiste más de un mes y regresaste como si nada hubiese pasado…?!

María Teresa se calla de pronto, mientras las lágrimas rondan por sus mejillas. Los recuerdos la ciegan de sobremanera y en busca de responderse a sí misma, son unos ojos borrosos en su recuerdo que la dejan muda. Sin embargo, otro recuerdo doloroso la hace perder el control de sus lágrimas y sacrifica su voz, desgarrada y confiesa:

—¡Me fui porque me golpeaste y me insultaste! No te importo que tus hermanas y tu madre me tacharan siempre con insultos y me defendí. ¡Y en vez de defenderme me golpeaste hasta la inconsciencia y me marché por esa razón! No tuve otra alternativa que…

—¡Cállate!

Y Antonio envía una cachetada entonces hacia la mejilla morena de María Teresa, quien se toma el rostro a su vez que se sostiene de pie en tambaleos y con su otra mano agarra fuertemente a su recién nacido. El impacto fuerte del golpe la atontó por unos momentos pero tiene la fuerza necesaria para mirar la puerta, sobre la tormenta que no para de tronar sus rayos y con el poder que la desesperación por salir de ahí la ciega también. Corre hacia la puerta.

—¡No irás a ningún lado!

Antonio la jalonea del cabello y la vuelve arrinconar. El llanto del bebé se oye con fuerzas y María Teresa protege su cabeza con sus manos mientras solloza en cuanto vuelve a estar en los brazos de Antonio.

—Dejame ir. Dejame ir. No quiero volver a estar junto a ti —María Teresa niega con desenfreno mientras aprieta a su hijo sobre su pecho—. ¡No me hagas más daño! ¡Déjame ir!

—¡No niegas que te acostaste con alguien más! Entonces es verdad, que ese hijo no es mío. ¡Es de alguien más! ¡Desgraciada mujer! Mentirosa. ¡Estaba a punto de criar a un hijo que ni siquiera es mío! La pagarás muy caro. La pagarás con sangre, María Teresa. Porque eso es lo que te mereces. Siempres has ido una inutil. Mis hermanas y mi madre tenían razón. ¡No sirves para nada! ¡Cuando estabas en la calle yo te recogí! Y así me pagas, ¡mintiéndome! ¡Diciendo que ese hijo era mío! Ahora —y la arrastró por el brazo mientras María Teresa le pedía que la soltara y la dejara ir—. Ese bastardo también pagará por lo que has hecho. Sabrás que su madre es una ramera, mentirosa y buena para nada. ¡Ambos pagarán…!

Antonio se calla al instante porque María Teresa le encaja un golpe de los vidrios rotos de cerveza que han hecho a Antonio colocarse de esa forma. ¡Iracundo y ebrio! No está en sus cabales. Con la amenaza incluso hacia su hijo sus sentidos se nublan. No tocará a su hijo. No lo hará.

Con la poca fuerza que le queda María Teresa aprovecha el grito que lanza Antonio para levantarse. Lo aturdió de sobremanera y entre lágrimas y sollozos lo señala.

—¡He soportado por años tu abuso! Tus golpes y tus humillaciones. Aquel día que me fui de tu lado por poco me asesinas a golpes. Esas semanas —María Teresa jadea con fuerza, lastimando su garganta. Sin embargo, prefiere cambiar de tema—. Por un instante me sentí plena ese tiempo porque no estaba a tu lado, sufriendo de tus humillaciones. Regresé a ti porque me acostumbraste a la vida que por años tuve que soportar, y me forzaste a estar contigo en la cama varias veces cuando yo no quería. ¡Abusaste de mí de todas las maneras posibles, Antonio! Pero con este niño…no te atrevas a ponerle las manos encima. Es mi hijo, y yo soy su madre. Seas el padre o no ya no me interesa. ¡Y ruego a Dios ahora mismo que así sea…! Que sea de cualquiera menos tuyo. Así no tendrá que ver a un padre que humilló a su madre incontables veces hasta la inconsciencia. ¡Hasta el punto de querer asesinarla...!

—¡Sucia desgraciada! Me la pagarás —Antonio se toca la cabeza, llena de sangre. La señala—. ¡Te juro que me la pagarás! ¡Haré de tu vida un infierno! Porque no sabes hacer nada. ¿Y quién te va a querer? ¡Nadie! Porque no eres nadie. ¡Y ese bastardo también! Me cobrarás lo que me debes, con tu vida si es necesario. ¡Ramera…!

María Teresa lo avista de sobresalto en cuánto lo ve acercarse con tropezones pero en cuanto lo observa agarrar el cuchillo, saca el aire por el miedo que se apodera de ella. Le hará daño, como siempre lo ha hecho. No puede seguir así.

Y una vez cuando está tan cerca que ve su rostro cegado por sus demonios, María Teresa tira una patada hacia su estómago y lo priva rápidamente. Antonio vuelve a caer al suelo.

Es ahora o nunca, porque tiene que salir de este infierno. Un infierno que ha vivido por años, y ahora, con la razón de su vida sollozando sobre sus brazos, se arma de valor para escapar de sus garras, de sus maltratos. María Teresa corre por la calle hacia la baja autopista, mientras la lluvia los cubre a ella y a su hijo y no puede ver sino las gotas que caen encima, que nublan la vista. El frío la carcome, pero nada de eso importa. Su desesperación es por su recién nacido, de apenas unos días. Aún está débil por el parto, y no se detiene, corre lo más que puede, sobre la autopista que parece estar muerta, al igual que ella por dentro.

—¡Ayuda…! —solloza en cuanto puede divisar la primera luz que observa desde un carro. La lluvia no puede ser de menos ayuda, ya que entrecierras los ojos por las gotas—. ¡Ayúdeme, se lo ruego! ¡Ayuda! —exclama cuando pasa por su lado.

El coche nunca se detiene.

María Teresa siente desfallecer en cuanto no ve índice de otro coche. Su vida está en sus manos. La vida de su pequeño, cubierto sólo por una ligera manta.

—Dios, ayúdame. Mi niño, mi niño —llora en cuánto sabe que la lluvia puede hacer que su pequeño recién nacido advierta de un resfriado, o cualquier enfermedad—. Mi pequeño. ¡Ayuda, por favor! Qué alguien me ayude.

De pronto observa otra luz que viene al sentido contrario. María Teresa tiene la voz ronca de tanto gritar, pero por su hijo corre de vuelta hacia atrás y alza una de sus manos, pidiendo por ayuda. Al ver que el coche no se detiene lo observa, rogando por auxilio. María Teresa pierde las esperanzas en cuanto ve al carro alejarse. Baja la mano con resignación y empieza a llorar otra vez.

—Me va a encontrar —niega con la cabeza entre su llanto—. Antonio me encontrará en cualquier momento y nos hará daño. Díos Mio apiadate de mí, te lo ruego. ¡Salva a mi hijo aunque sea…!

Sin embargo María Teresa se detiene al ver, que de alguna manera, la lluvia la ha dejado contemplar la luz roja que proviene de la parte trasera del coche. Sus ojos se abren con fuerza.

El coche se ha detenido.

Últimos capítulos

Te podría gustar 😍

Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano

Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano

2.2m Vistas · En curso · Oguike Queeneth
—Estás tan mojada. —Me mordió la piel y me levantó para hundirme en su longitud.

—Vas a tomar cada pulgada de mí. —Susurró mientras empujaba hacia arriba.

—Joder, te sientes tan jodidamente bien. ¿Es esto lo que querías, mi polla dentro de ti? —Preguntó, sabiendo que lo había estado tentando desde el principio.

—S..sí —jadeé.


Brianna Fletcher había estado huyendo de hombres peligrosos toda su vida, pero cuando tuvo la oportunidad de quedarse con su hermano mayor después de graduarse, allí conoció al más peligroso de todos. El mejor amigo de su hermano, un Don de la mafia. Él irradiaba peligro, pero ella no podía mantenerse alejada.

Él sabe que la hermanita de su mejor amigo está fuera de límites y, sin embargo, no podía dejar de pensar en ella.

¿Podrán romper todas las reglas y encontrar consuelo en los brazos del otro?
Mi Luna Marcada

Mi Luna Marcada

777.9k Vistas · Completado · Sunshine Princess
—¿Vas a seguir desobedeciéndome? —pregunta, su mirada fría y dura.
—Sí.
Exhala, levanta su mano y la baja para abofetear mi trasero desnudo de nuevo... más fuerte que antes. Gimo por el impacto. Duele, pero es tan excitante y sexy.
—¿Lo harás de nuevo?
—No.
—¿No, qué?
—No, Señor.
—Buena chica —acerca sus labios para besar mi trasero mientras lo acaricia suavemente—.
—Ahora, voy a follarte —me sienta en su regazo en una posición de monta. Nos miramos a los ojos. Sus largos dedos encuentran el camino hacia mi entrada e insertan sus dedos.
—Estás empapada por mí, nena —dice complacido. Mueve sus dedos dentro y fuera, haciéndome gemir de placer.
—Hmm —pero de repente, se van. Lloro mientras deja mi cuerpo ansiando por él. Cambia nuestra posición en un segundo, así que estoy debajo de él. Mi respiración es superficial y mis sentidos incoherentes mientras anticipo su dureza en mí. La sensación es fantástica.
—Por favor —suplico. Lo quiero. Lo necesito tanto.
—Entonces, ¿cómo te gustaría venirte, nena? —susurra.
¡Oh, diosa!


La vida de Apphia es dura, desde ser maltratada por los miembros de su manada hasta que su compañero la rechaza brutalmente. Está sola. Golpeada en una noche difícil, conoce a su segunda oportunidad de compañero, el poderoso y peligroso Alfa Lycan, y vaya que le espera la aventura de su vida. Sin embargo, todo se complica cuando descubre que no es una loba común. Atormentada por la amenaza a su vida, Apphia no tiene otra opción que enfrentar sus miedos. ¿Podrá Apphia derrotar la iniquidad que amenaza su vida y finalmente ser feliz con su compañero? Sigue para más.
Advertencia: Contenido maduro.
De Mejor Amigo a Prometido

De Mejor Amigo a Prometido

891.4k Vistas · En curso · Page Hunter
Savannah Hart pensó que había superado a Dean Archer —hasta que su hermana, Chloe, anunció que se casaba con él. El mismo hombre que Savannah nunca dejó de amar. El hombre que la dejó con el corazón roto… y que ahora pertenece a su hermana.

Una semana de boda en New Hope. Una mansión llena de invitados. Y una dama de honor muy resentida.

Para sobrevivir, Savannah lleva una cita —su encantador y pulcro mejor amigo, Roman Blackwood. El único hombre que siempre la ha apoyado. Le debe un favor, y fingir ser su prometido? Fácil.

Hasta que los besos falsos empiezan a sentirse reales.

Ahora Savannah está dividida entre mantener la farsa… o arriesgarlo todo por el único hombre del que nunca debió enamorarse.
El Deseo Prohibido del Rey Licántropo

El Deseo Prohibido del Rey Licántropo

1.2m Vistas · En curso · Esther Olabamidele
—Mátala y quema su cuerpo.

Esas palabras salieron cruelmente de la lengua de mi destinado—MI COMPAÑERO.

Él robó mi inocencia, me rechazó, me apuñaló y ordenó que me mataran en nuestra noche de bodas. Perdí a mi loba, dejada en un reino cruel para soportar el dolor sola...

Pero mi vida dio un giro esa noche—un giro que me arrastró al peor infierno posible.

Un momento, era la heredera de mi manada, y al siguiente—era una esclava del despiadado Rey Lycan, que estaba al borde de perder la cordura...

Frío.

Mortal.

Implacable.

Su presencia era el infierno mismo.

Su nombre un susurro de terror.

Juró que yo era suya, deseada por su bestia; para satisfacerlo incluso si me rompe

Ahora, atrapada en su mundo dominante, debo sobrevivir a las oscuras garras del Rey que me tenía bajo su control.

Sin embargo, dentro de esta oscura realidad, yace un destino primitivo....
Yo y Mi Esposo Multimillonario

Yo y Mi Esposo Multimillonario

592.1k Vistas · Completado · Jady-J
Aurora, una vez conocida como la mejor asesina, renace en la familia Pendleton como la hija menos favorecida y más ridiculizada. ¿Sobrepeso? No hay problema, ¡nunca es tarde para perder peso! ¿Débil e impotente? No te preocupes, ¡nunca es tarde para levantarse! ¿Tímida y fácilmente acosada? No importa, ¡ahora es el momento de transformarse en una reina astuta!
Después de lidiar con hombres indignos y mujeres despreciables, Aurora está lista para vivir su vida libremente y sin disculpas. Pero el distante y misterioso Heath se acerca con una pregunta que lo cambia todo:
—¿Cuándo nos casamos?
Dura en Disfraz

Dura en Disfraz

1.5m Vistas · Completado · Sherry
—Todos fuera—ordené entre dientes—. Ahora.

—Jade, necesito revisar tu—comenzó la enfermera.

—¡FUERA!—gruñí con tanta fuerza que ambas mujeres retrocedieron hacia la puerta.

Una vez temida por la Organización Sombra que me drogó para replicar mis habilidades en una versión más controlable, había escapado de mis ataduras y detonado toda su instalación, lista para morir junto a mis captores.

En cambio, desperté en la enfermería de una escuela con mujeres discutiendo a mi alrededor, sus voces perforando mi cráneo. Mi estallido las congeló de shock—claramente no esperaban tal reacción. Una mujer amenazó mientras se iba—Discutiremos esta actitud cuando llegues a casa.

La amarga verdad es que he renacido en el cuerpo de una chica de secundaria con sobrepeso, débil y supuestamente tonta. Su vida está llena de acosadores y verdugos que han hecho su existencia miserable.

Pero no tienen idea de con quién están tratando ahora.

No sobreviví como la asesina más letal del mundo permitiendo que alguien me pisoteara. Y ciertamente no voy a empezar ahora.
La Cachorra del Príncipe Licántropo

La Cachorra del Príncipe Licántropo

5.3m Vistas · En curso · chavontheauthor
—Eres mía, cachorrita—gruñó Kylan contra mi cuello.
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.



Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.

Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.

Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.

Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Perfecto bastardo

Perfecto bastardo

5.8m Vistas · En curso · Mary D. Sant
Él levantó mis brazos, inmovilizando mis manos sobre mi cabeza.

—Dime que no te acostaste con él, maldita sea —exigió entre dientes apretados.

—¡Vete al diablo, hijo de puta! —le respondí, intentando liberarme.

—¡Dilo! —gruñó, usando una mano para sujetar mi barbilla.

—¿Crees que soy una zorra?

—¿Entonces es un no?

—¡Vete al infierno!

—Bien. Eso es todo lo que necesitaba escuchar —dijo, levantando mi top negro con una mano, exponiendo mis pechos y enviando una oleada de adrenalina a través de mi cuerpo.

—¿Qué demonios estás haciendo? —jadeé mientras él miraba mis pechos con una sonrisa satisfecha.

Pasó un dedo sobre una de las marcas que había dejado justo debajo de uno de mis pezones.

¿El bastardo estaba admirando las marcas que me había dejado?

—Envuélveme con tus piernas —ordenó.

Se inclinó lo suficiente como para tomar mi pecho en su boca, chupando con fuerza un pezón. Me mordí el labio inferior para ahogar un gemido mientras él mordía, haciéndome arquear el pecho hacia él.

—Voy a soltar tus manos; no te atrevas a intentar detenerme.



Bastardo, arrogante y completamente irresistible, el tipo exacto de hombre con el que Ellie juró que nunca volvería a involucrarse. Pero cuando el hermano de su amiga regresa a la ciudad, se encuentra peligrosamente cerca de sucumbir a sus deseos más salvajes.

Ella es irritante, inteligente, sexy, completamente loca, y también está volviendo loco a Ethan Morgan.

Lo que comenzó como un simple juego ahora lo atormenta. No puede sacarla de su cabeza, pero nunca permitirá que nadie entre en su corazón de nuevo.

Incluso cuando ambos luchan con todas sus fuerzas contra esta ardiente atracción, ¿podrán resistirse?
Placeres culposos

Placeres culposos

730.6k Vistas · En curso · Isabella
—¡Joder! Que apretada estás …— Espeto agitado por atravesarme con su 18 cm. Mientras yo me mantengo calmada, suficientemente mojada y excitada para soportarlo.— ¡Oh, demonios! Eres señorita, eso sí que es una sorpresa bomboncito, pero no te preocupes, lo haré inolvidable.


¿Todo ha sido un error? ¿O quizás solo parte del destino? La ida por un vaso de agua, resultó en el inicio de un deseo culposo con consecuencias irreversibles.

Soy Erika Martín de 21 años, soy una latina, proveniente de Venezuela, me mudé de mi país buscando el sueño Americano ante una oportunidad de empleo como servicio doméstico en la mansión uzcategui, sin saber que mi destino cambiaría por completo, al conocer a Alejandro Uzcategui, el heredero y magnate de negocios más prestigioso dela ciudad, con una ciudad tan grande y él puso sus ojos en mi, su humilde y tímida empleada, que no sabe decirle que no, todo con él era perfecto, pero él tiene dos grandes defectos, es casado y jodidamente posesivo, me llama bomboncito y me reclama como suya. Estoy locamente enamorada de él y temo por la repercusiones de lo que vendrá, ya que se que no me dejará escapar, menos cuando sepa mi gran secreto.
Accardi

Accardi

448.1k Vistas · Completado · Allison Franklin
Él bajó sus labios hasta su oído.

—Te costará algo —susurró antes de tirar de su lóbulo con los dientes.

Sus rodillas temblaron y, si no fuera por su agarre en su cadera, habría caído. Él empujó su rodilla entre sus muslos como un soporte secundario en caso de que decidiera necesitar sus manos en otro lugar.

—¿Qué quieres? —preguntó ella.

Sus labios rozaron su cuello y ella gimió mientras el placer que sus labios provocaban se hundía entre sus piernas.

—Tu nombre —exhaló él—. Tu verdadero nombre.

—¿Por qué es importante? —preguntó ella, revelando por primera vez que su corazonada era correcta.

Él se rió contra su clavícula.

—Para saber qué nombre gritar cuando vuelva a entrar en ti.


Genevieve pierde una apuesta que no puede pagar. Como compromiso, acepta convencer a cualquier hombre que su oponente elija para que se vaya a casa con ella esa noche. Lo que no se da cuenta cuando el amigo de su hermana señala al hombre taciturno sentado solo en el bar, es que ese hombre no se conformará con solo una noche con ella. No, Matteo Accardi, Don de una de las pandillas más grandes de la ciudad de Nueva York, no hace encuentros de una sola noche. No con ella, de todos modos.
Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario

Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario

435.3k Vistas · En curso · Jessica C. Dolan
Ser el segundo mejor está prácticamente en mi ADN. Mi hermana recibió el amor, la atención, el protagonismo. Y ahora, incluso su maldito prometido.

Técnicamente, Rhys Granger era mi prometido ahora—millonario, increíblemente atractivo y un sueño húmedo de Wall Street. Mis padres me empujaron hacia el compromiso después de que Catherine desapareciera, y honestamente? No me importó. Había estado enamorada de Rhys durante años. Esta era mi oportunidad, ¿verdad? ¿Mi turno de ser la elegida?

Error.

Una noche, me abofeteó. Por una taza. Una estúpida, rota y fea taza que mi hermana le dio hace años. Fue entonces cuando me di cuenta—él no me amaba. Ni siquiera me veía. Solo era un reemplazo cálido para la mujer que realmente quería. Y aparentemente, ni siquiera valía tanto como una taza de café glorificada.

Así que lo abofeteé de vuelta, lo dejé y me preparé para el desastre—mis padres perdiendo la cabeza, Rhys teniendo una rabieta de millonario, su aterradora familia planeando mi prematura desaparición.

Obviamente, necesitaba alcohol. Mucho alcohol.

Entra él.

Alto, peligroso, injustamente atractivo. El tipo de hombre que te hace querer pecar solo por existir. Lo había conocido solo una vez antes, y esa noche, él simplemente estaba en el mismo bar que mi yo borracha y compadeciéndose de sí misma. Así que hice lo único lógico: lo arrastré a una habitación de hotel y le arranqué la ropa.

Fue imprudente. Fue estúpido. Fue completamente desaconsejado.

Pero también fue: El. Mejor. Sexo. De. Mi. Vida.

Y, como resultó, la mejor decisión que había tomado.

Porque mi aventura de una noche no es solo un tipo cualquiera. Es más rico que Rhys, más poderoso que toda mi familia, y definitivamente más peligroso de lo que debería estar jugando.

Y ahora, él no me va a dejar ir.
La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas

La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas

380.6k Vistas · En curso · Becky j
—¡El compañero está aquí!
¿Qué? No—espera… oh Diosa Luna, no.
Por favor, dime que estás bromeando, Lex.
Pero no lo está. Puedo sentir su emoción burbujeando bajo mi piel, mientras que todo lo que siento es pavor.
Doblamos la esquina y el aroma me golpea como un puñetazo en el pecho—canela y algo increíblemente cálido. Mis ojos recorren la habitación hasta que se posan en él. Alto. Imponente. Hermoso.
Y luego, tan rápido como… me ve.
Su expresión se tuerce.
—Joder, no.
Se da vuelta—y corre.
Mi compañero me ve y corre.

Bonnie ha pasado toda su vida siendo destruida y abusada por las personas más cercanas a ella, incluida su propia hermana gemela. Junto a su mejor amiga Lilly, que también vive una vida de infierno, planean escapar mientras asisten al baile más grande del año que está siendo organizado por otra manada, solo que las cosas no salen como planeaban, dejando a ambas chicas sintiéndose perdidas e inseguras sobre su futuro.

El Alfa Nicholas tiene 28 años, sin compañera, y no tiene planes de cambiar eso. Este año le toca organizar el Baile Anual de la Luna Azul y lo último que espera es encontrar a su compañera. Lo que espera aún menos es que su compañera sea 10 años menor que él y cómo su cuerpo reacciona ante ella. Mientras intenta negarse a reconocer que ha encontrado a su compañera, su mundo se pone patas arriba después de que los guardias atrapan a dos lobas corriendo por sus tierras.

Una vez que las traen ante él, se encuentra nuevamente frente a su compañera y descubre que ella esconde secretos que lo harán querer matar a más de una persona.
¿Podrá superar sus sentimientos hacia tener una compañera y una que es tan joven? ¿Su compañera lo querrá después de sentir el dolor de su rechazo no oficial? ¿Podrán ambos trabajar en dejar atrás el pasado y avanzar juntos o tendrá el destino otros planes y los mantendrá separados?