Capítulo 36 Náuseas matutinas en la mesa

Christopher finalmente notó la marca de la bofetada en mi rostro, frunciendo el ceño.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Te duele?

Intenté sonreír, pero el dolor en mi mejilla me lo impidió.

—¿Me diste siquiera la oportunidad de hablar?

Siempre que se trataba de Evelyn, él perdía la calma.

—Hop...

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