31. Realmente jodido.

La habitación estaba mal iluminada; la pintura negra que cubría las paredes no ayudaba en absoluto a alegrar el mal humor en el que se encontraba. Un joven entró en el dormitorio sin llamar a la puerta ni temer invadir la privacidad de alguien. Sus ojos recorrieron la habitación por enésima vez, pre...